Una profesora hizo oraciones para que el nombre de Jesús fuera mencionado en las aulas y pasillos de la escuela. Su petición fue respondida y se convirtió en un ministerio que difunde la lectura de la Biblia en centros escolares.
Hannah Sailsbury, maestra en Virginia en Estados Unidos, está conectando a los estudiantes con la Palabra de Dios, a través del ministerio “Biblias en las Escuelas”. Ella cree que este es el fruto de la oración.
“Comencé a orar por nuestra escuela. Mientras pasaba por todas las ventanas de la escuela, oraba por mis compañeros de trabajo nombrando cada nombre”, dijo Sailsbury a CBN News. “Oraba por los estudiantes que ingresaban al centro educativo”.
Ella recuerda que un día hizo una oración específica “para que el nombre de Jesús se mencionara en las aulas y los pasillos de nuestra escuela”. Su petición fue concedida mucho más de lo que había imaginado.
Así nació la organización “Bibles in School”, que ha proporcionado Biblias a más de 1500 bibliotecas escolares en 43 estados de EE. UU. Además, ha llegado a seis países fuera de los Estados Unidos.
“Hay un pastor en Sudáfrica que escuchó sobre Biblias en las Escuelas en una entrevista del Club 700. Y dijo: 'Quiero empezar donde vivo'”, explicó. “Él comenzó donando Biblias a una biblioteca pública, unA preescolar y a una escuela”.
El proyecto tiene solo dos años, pero los pedidos de Biblias nuevas continúan creciendo debido a la demanda, dice Sailsbury. La necesidad ha sido tan grande que ha renunciado a su puesto de maestra para trabajar a tiempo completo con Biblias en las Escuelas.
“Nunca imaginé estar a tiempo completo con esto. Lo hice porque vi a Dios moviéndose, lo vi trabajando”, compartió Sailsbury. “Sabía que tenía que ser obediente a lo que Él había llamado en mi vida, y eso es lo que Él quería que hiciera. ¡Pude ver la necesidad!”
Otro país donde alguien se inspiró en el proyecto de Sailsbury es Kenia. Una mujer llamada Abías, ama de casa, se puso en contacto con la maestra estadounidense, quien consiguió una sociedad con la Sociedad Bíblica local.
“Donamos 50 Biblias a los estudiantes a los que enseña en un programa extracurricular”, celebra.
Después de recibir las Biblias, los niños comienzan a compartir las Buenas Nuevas unos con otros. “Le mostré esto a mis primos y amigos cuando vinieron a visitarme”, dijo Brooklynn Ashley.
“Le pregunté si alguien quería leer la Biblia conmigo y uno de mis amigos dijo que sí”, compartió Trystan Gaster.
Sailsbury concluye: "La Biblia es una Palabra viva y activa, así que simplemente ponga la Biblia en las manos de las personas, y Dios hará Su obra y obrará a través de Su Palabra".
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