Una anciana de 92 años, se enfrentó a un asaltante predicando el mensaje del Evangelio. El ladrón desistió de su objetivo y comenzó a llorar, tocado por el poder de la Palabra.
Pauline Jacobi, la mujer que sufrió un intento de robo en el estacionamiento de un supermercado en Dyersburg, Estados Unidos. contó su testimonio, que sigue teniendo un impacto al pasar de los años.
Pauline acababa de terminar de empacar sus compras en su auto y se estaba yendo, cuando un hombre subió al vehículo por la puerta del pasajero y le dijo que era un asalto. El criminal la amenazó, diciendo que tenía un arma y que le dispararía si ella no le daba dinero.
Valiente y llena de fe, la anciana dijo tres veces que no le daría nada. “No te voy a dar mi dinero”, le aseguró. Y Pauline comenzó a compartir el Evangelio con el agresor.
“Una vez que me mates, iré al cielo y tú al infierno. Jesús está en este auto y va conmigo a donde quiera que voy”, predicó.
Las palabras de la mujer cristiana tocaron el corazón del hombre, que rompió a llorar. Durante 10 minutos, la anciana lo ministró dentro del automóvil y le aconsejó que pidiera perdón a Dios.
Él hombre respondió: 'Creo que me iré a casa y oraré esta noche'", pero Jacobi le dijo: "No tienes que esperar hasta esta noche. Puedes orar cuando quieras'".
Mientras las lágrimas rodaban por el rostro del hombre, Jacobi le dio voluntariamente $ 10. Todo el dinero que tenía.
Renunciando al robo, la ladrón le agradeció por el dinero, le dio un beso en la mejilla y se marchó.
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