Con la influencia de la sharia en el gobierno de los talibanes, se han reanudado en Afganistán castigos extremos como ejecuciones y amputaciones. El sábado pasado se colgó un cadáver en público para alertar a los delincuentes de que "no están a salvo".
El problema es que, según la ley sharia, los musulmanes que abandonaron el Islam para seguir a Jesús son considerados apóstatas y sujetos a ejecución.
Al informar sobre eventos en el campo misionero en el sitio web Mission Network News, el Dr.
Mark Morris, socio de la organización cristiana Heart4Iran y director de estudios teológicos urbanos en Union University, expresó lo siguiente al ministerio Mission Network: “Una hermana en el Señor llamó y dijo: 'Los talibanes se llevaron a mi esposo y lo decapitaron por su fe'. Otro hermano dijo: "Los talibanes quemaron mi Biblia". Estas son las cosas que podemos asegurar que son ciertas".
Morris recuerda que la realidad ha sido cada vez más cruel con quienes han decidido quedarse en Afganistán.
“Hay cristianos que tomaron una decisión desgarradora unas semanas antes de que los talibanes tomaran el poder. Dijeron: ' Queremos registrarnos con el gobierno. No queremos que se nos conozca como musulmanes… y lograron registrarse”, informa. “Los talibanes tienen toda esta información. Estas personas corren un gran riesgo".
A través de socios locales, Heart4Iran está ayudando a los cristianos afganos al proporcionar acceso en línea a la Iglesia, asesoramiento, Biblias y más.
“Hay caos y miedo. Están haciendo búsquedas de puerta en puerta. Escuchamos informes de seguidores de Jesús que fueron martirizados por su fe”, dijo Morris. "La mayoría de las veces, la gente no está segura de lo que depara el futuro".
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