Un niño de 9 años ha memorizado capítulos ce la Biblia para participar en en un concurso de memorización de la Biblia de los EE. UU. "Intentaré hacer lo mejor posible, pero el objetivo principal es aprender la Palabra de Dios", dijo en muchacho.
A los 9 años, Aacen White tiene una infancia normal y corriente en Mississippi (EE.UU.) con momentos de juego, escuela y familia. Pero un don lo convierte en un niño único: su habilidad para memorizar la Biblia.
Próximamente participará en el National Bible Bee, un concurso de memorización de la Biblia que se lleva a cabo en los Estados Unidos. Competirá en la división primaria (de 7 a 10 años), donde los participantes llegan a recitar de memoria la impresionante cantidad de 579 versículos.
Gane o pierda, Aacen está listo para el gran día. "Me gustaría ganar. Haré lo mejor que pueda, pero el principal objetivo que debe tener la gente es aprender la palabra de Dios y dar a conocer a Dios. Solo estar allí es una victoria para mí”, dijo el niño al Daily Journal.
En varias ocasiones, Aacen ha predicado desde el púlpito de la Iglesia Bautista New Hope en el condado de Webster, donde su padre, Matthew, es pastor. Aunque pequeño, ya está convencido de lo que hará en el futuro.
“Siempre quise ser oftalmólogo cuando fuera grande. Y también me gustaría ser predicador”, dijo el niño.
El domingo anterior a la competencia, Aacen hablará una vez más desde el púlpito de la iglesia. Ya está trabajando en su mensaje:
“Ya he pensado en lo que voy a decir”, dice el niño. “Estaba pensando en cómo nuestro país se está desmoronando. Estoy orando para que Dios abra los ojos de nuestros líderes como abrió los ojos de Saúl. Estoy orando para que se vuelvan a Dios”.
La madre de Aacen, Whitney, es su entrenadora y animadora principal. Dice que su hijo se clasificó por primera vez para la competencia hace dos años, cuando solo tenía 7 años, y era el competidor más joven.
“Estaba aprendiendo a leer. Ese año, fue suplente. Este año ocupa el 8° lugar entre 120 finalistas de su grupo de edad”, dice.
Según Whitney, el trabajo de preparación va mucho más allá de la memorización: “Algunos de los pasajes tienen 12 o 13 versículos y necesitan saber las referencias cruzadas y las raíces griegas. Es más difícil que cualquier cosa que haya estudiado en la universidad”.
Aacen comparó la larga temporada de estudios bíblicos con escalar una montaña.
“Cada día es más difícil”, dice. “Es como escalar una gran colina. Llegas a la cima y miras hacia arriba y hay otro. Ni siquiera puedes imaginar lo difíciles que deben ser los niveles junior y senior. Tienen que estudiar de la mañana a la noche”.
Whitney dijo que además de memorizar cientos de versículos, Aacen y otros concursantes deben tener una comprensión más profunda de la Biblia.
“Algunas de las preguntas son aleatorias”, dijo, citando un ejemplo de la guía de estudio: ¿Qué palabra describe mejor 'Judas 1:3': a) Recuerdo, b) Exhortación, c) Bendición o d) Mandato? “Ni yo misma tengo idea”, observó la madre. "¡Y solo tiene 9 años!"
Aacen reconoce que la competencia bíblica es más difícil que sus estudios escolares. Incluso con el esfuerzo, todavía tiene una infancia ligera y divertida. “Él tiene un don”, dijo la madre. “Pero tiene que haber un equilibrio. Todavía quiero que viva su infancia”.
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