El FC Barcelona ha encontrado en el delantero Memphis Depay a un nuevo referente para el juego de ataque. El delantero neerlandés ha conseguido dos goles y una asistencia en los primeros tres partidos de liga, siendo decisivo para la buena marcha del equipo en el torneo, que enfrenta su primera temporada sin Messi en 17 años.
El joven futbolista, que procede del Olympique de Lyon, no solo está llamando la atención por su gran juego, sino también por sus mensajes sobre la importancia de la fe cristiana en su vida personal. Tras el partido de este domingo, Depay expresaba en Twitter: “siempre conté con Dios, Él ha hecho milagros en mí”.
Una fe forjada en la infancia.
Depay se crio con su madre y sus abuelos, tras vivir el abandono de su padre, una experiencia difícil para él. Cuenta que acudía de niño con su familia a la iglesia de Moordrecht. “Antes de irme a dormir, mi madre me leía pasajes de la Biblia. Luego también yo mismo leía la Biblia. Aunque cuando eres joven, tienes muchas otras cosas en la cabeza. Ahora leo la Biblia porque me da paz”, expresaba en una entrevista durante su etapa anterior como jugador del Olympique de Lyon.
Es en Lyon donde su carrera futbolísitca despegó definitivamente. Aunque admite que al principio “fue difícil”, en una primera temporada con pocos minutos, supo sobreponerse y luchar por un puesto de titular.
Como explicó en una extensa entrevista concedida a El Periódico de Cataluña, Memphis demostró su capacidad de adaptación anotando 22 goles y dando varias asistencias. “Desde ese momento, me dije: ‘Confía siempre en ti mismo’. Me hice más fuerte mentalmente, sabía lo que tenía que hacer aunque las apuestas estuvieran en mi contra. A partir de entonces me resulta más fácil tomarme con calma las cosas cuando no me salen, o pierdes un partido, o juegas mal. Conozco lo que tengo que hacer en términos de mentalidad para volver a rendir al máximo. Me siento maduro, porque tengo experiencia en la vida más allá del fútbol”.
Paz interior.
El futbolista neerlandés expresó cómo la fe juega un papel importante en su vida. “La fe me da paz interior, puedo apoyarme en mi fe, en Dios, en mis plegarias, así es como vivo mi vida, por eso no me preocupo demasiado por las cosas, porque quiero pasarlo bien, porque el talento que Dios me dio es para divertirme y divertir a los demás”.
Depay también ha demostrado su implicación con los más desfavorecidos, abriendo una fundación en Ghana que se centra en la ayuda a niños sordos y ciegos. “No había vuelto a Ghana desde que era pequeño. Volví y sentí una conexión inmediata con la gente. Ahora lo vivo como una celebración de mis ancestros. Y traté de ayudarles. Me siento que tengo que devolver algo de lo que tengo”, dice. Es por eso que uno de los gestos que realiza al marcar es el de taparse los oídos.
En sus celebraciones también suele señalar al cielo, y también en las redes expresa tras la victoria que “toda la gloria es para Dios”.
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