Un cubano cristiano fue citado por la Policía, por haber colgado en la fachada de su casa, un letrero con un versículo de la Biblia de Isaías. Las autoridades amenazaron al hombre con la cárcel sino quitaba el anuncio.
Yuri Pérez Osorio, de la capital cubana La Habana, colocó un cartel en su ventana frontal que contenía un versículo del libro de Isaías que habla de tiranía y la injusticia.
El letrero dice: "¡Ay de los que hacen leyes injustas, de los que dictan decretos opresivos, para privar a los pobres de sus derechos y privar de justicia a los oprimidos de mi pueblo, hacer de las viudas su presa y robar a los huérfanos!", Isaías 10: 1 -2 ", y termina con un llamado al arrepentimiento.
Pérez fue citado a una comisaría sin una razón clara, según lo que dijo su amigo Yuriner Enríquez en Facebook.
En su publicación, Enríquez explicó que quienes participaron en las protestas antigubernamentales a nivel nacional del mes pasado estaban siendo convocados por la Policía, pero dijo, que Pérez no asistió a las protestas porque estuvo en el hospital después de que su madre contrajo Covid-19.
“Aún no sé qué está pasando ni cómo lo están tratando, ni sé si lo dejarán volver a casa, pero dudo mucho que, si no se retracta, lo dejen en libertad. Solo Dios puede obrar semejante milagro en medio de esta lamentable realidad en Cuba”, dijo Enríquez.
En una publicación posterior, Enríquez dio una actualización sobre la situación de Pérez y dijo que se le había permitido regresar a su casa, pero que le habían dado 72 horas para quitar el letrero, de lo contrario sería detenido. Sin embargo, dijo que Pérez estaba decidido a mantener el cartel.
Yuri pudo predicar a todos los oficiales allí y solo respondió con la palabra de Dios. Esto exaltó aún más el ánimo de los oficiales, quienes no pudieron hacer más que amenazarlo, impotentes. Se mantiene firme en su convicción de mantener el cártel. Seguimos orando".
Los cristianos en Cuba sufren continuamente persecución por parte de las autoridades. El mes pasado, tres pastores fueron detenidos por participar en una protesta contra el gobierno. Dos de ellos han sido puestos en libertad, pero un tercero sigue en prisión. Su familia no ha recibido una actualización sobre su bienestar desde que fue arrestado.
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