Un empresario brasileño que sufrió un grave accidente, dio testimonio del poder de Dios, después que sobrevivió de milagro contra todo pronóstico médico.
Pedro Barcelos Júnior, de 36 años, en 2001 sufrió un accidente automovilístico cuando regresaba a su casa después de una jornada de trabajo. De los cuatro trabajadores fue el único sobreviviente.
“Mi oportunidad de vivir era mínima, ya que tenía quemaduras en el 80% de las piernas que dejaban cicatrices extensas, así como en la región abdominal y lumbar. También tenía múltiples fracturas (fémur, clavícula y mandíbula), remoción de bazo. Estuve en coma durante un mes y 10 días sin medicamentos, sin perspectivas de mejoría”.
El médico que observaba la situación decidió hablar con la familia de Pedro y le dijo que no había nada más que hacer. También se dio la posibilidad de probar un medicamento experimental en el paciente, ya que el empresario fue ingresado en un hospital universitario de Sao Paulo, con un 50% de posibilidades de sobrevivir. "Esta fue nuestra última alternativa, porque algunos órganos importantes ya estaban paralizados y otros medicamentos no tuvieron resultados esperados, ya que paralizaron el funcionamiento de órganos esenciales y hubo que suspenderlos".
Ante un escenario tan delicado, la madre del empresario decidió depositar su confianza en Dios. "Mi madre le dijo al médico que no probara el medicamento y le dijo: 'Si Dios quiere llevarse a mi hijo, se lo llevará'".
Pedro dice que luego de la conversación, el médico informó a la familia en la madrugada que ya no había nada que hacer y que los dispositivos se apagarían en unas horas. Luego, el médico llenó mi certificado de defunción que sería entregado a la familia y lo dejó sobre la mesa.
En esa misma madrugada se apagaba el dispositivo, la familia del paciente se unió en oración con la familia en Cristo sucedido algo sobrenatural. “Después de una recuperación sorprendente, el médico le dijo a la mañana siguiente a mi madre en la puerta de la UCI: 'Quiero encontrarme con este Dios que dijiste que podía salvar a tu hijo, porque estaba muerto, sin posibilidad de regresar, y esta mañana pasó algo sobrenatural''”.
El empresario cuenta cómo cambió su vida tras el accidente. “Estuvo más de 3 meses hospitalizado y con pocas posibilidades de vida. Después de estar al borde de la muerte, los cambios físicos y emocionales fueron grandes. Valoro cada segundo y agradezco a Dios la oportunidad de unos años más de vida, en los que busco vivir mi propósito, que es dejar un legado de adoración”.
Hoy, además de empresario, Pedro es pastor y cantante. “Comparto el milagros a través de la música y estoy agradecido y feliz de vivir. Mi vida es adorar a Dios, estar con mi familia y en comunión con la gente, compartiendo mi testimonio”, dijo Pedro.
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