Más de 1.000 personas fueron arrestadas el fin de semana pasado durante las protestas en curso en Bielorrusia, un país de Europa del Este, contra el régimen de Alexander Lukashenko.
En los cien días que han pasado desde las elecciones nacionales del 9 de agosto, en las que Lukashenko fue reelegido con el 80% de los votos, miles de personas salieron a las calles para denunciar un presunto fraude electoral. Los principales líderes de la oposición se encuentran en prisión o en el exilio.
Ante la crisis política y social, los cristianos bielorrusos piden a las iglesias de todo el mundo que "fortalezcan su oración por nuestro país". Tres grupos evangélicos pidieron interceder "por el fin de la crueldad, la violencia y el derramamiento de sangre".
Todavía piden oraciones por los gobernantes del país, "para que teman a Dios y recuerden que Él es el Juez Supremo, ante quien daremos cuentas". (Romanos 14:12)".
Los cristianos bielorrusos anunciaron una semana de ayuno y oración por el país.
Lukashenko, quien ha estado en el poder desde 1994, afirma que los manifestantes son pagados y manipulados por potencias extranjeras. La policía utilizó la violencia para dispersar a cientos de participantes en manifestaciones pacíficas y más de 17.000 han sido detenidos desde que comenzaron las protestas.
"Hay menos banderas de la oposición", dijo un manifestante a BBC News. “Se acabó el ambiente de fiesta. Cada vez que sales a participar en una marcha de protesta no sabes si vas a volver o no”.
Cientos de personas denuncian haber sido golpeadas y torturadas en los centros de detención, utilizando como prueba imágenes de vídeo e informes médicos.
Muchos cristianos en Bielorrusia apoyaron las marchas y expresaron su deseo de justicia y libertad. Muchos estudiantes evangélicos se manifestaron en protesta, aunque la crisis política ha provocado debates internos entre muchas iglesias.
La presión internacional sobre el régimen de Lukashenko, conocido como el 'último dictador en Europa', incluye sanciones de la Unión Europea, que reiteró su "condena de la violencia" y pide a las autoridades bielorrusas que "liberen a todos los detenidos", además de participar en una “acción de diálogo nacional inclusivo”.
AcontecerCristiano.Net
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