Sudán ha eliminado el Islam como la religión oficial del país, otorgando libertad religiosa a todas las religiones que existen dentro de su territorio, por lo que el Estado ya no tendrá una religión oficial.
La transición política en Sudán, tras el derrocamiento del dictador Omar al Bashir, sigue desarrollando su programa de recuperación de los derechos y libertades que fueron arrebatados durante la dictadura.
A mediados del mes de julio el gobierno anunció la eliminación de la pena de muerte por el delito de apostasía, ahora ha eliminado el Islam como religión oficial. La decisión se hizo pública durante las negociaciones de paz entre el gobierno y los grupos rebeldes.
El acuerdo ha tenido dos fases. El primero fue firmado en Juba, capital de Sudán del Sur, el 31 de agosto, entre el vicepresidente del Consejo Soberano de Sudán, el gobierno provisional, Mohamed Hamdan Dagalo, y representantes del Frente Revolucionario de Sudán, alianza que agrupa a 17 grupos armados de las regiones de Darfur y Kordofán del Sur.
Entre los protocolos incluidos en el documento de Juba, está la creación de una comisión por la libertad religiosa que garantiza los derechos de las comunidades cristianas en las regiones del sur de Sudán.
Un segundo documento contempla la eliminación del Islam como religión oficial de Sudán, una medida impuesta hace 30 años por al Bashir.
“Para que Sudán se convierta en un país democrático donde los derechos de todos los ciudadanos estén consagrados, la Constitución debe basarse en el principio de 'separación de religión y estado', en cuyo caso se debe respetar el derecho a la autodeterminación”, dice el documento.
Añade que “la libertad de creencias, cultos y prácticas religiosas se garantizará plenamente a todos los ciudadanos sudaneses. El estado NO establecerá una religión oficial. Ningún ciudadano será discriminado por su religión”.
La Comisión de Estados Unidos sobre Libertad Religiosa Internacional (USCIRF) fue una de las primeras entidades que elogió esta decisión, porque “promoverá aún más la libertad de religión y creencias en la nación. Alentamos al primer ministro sudanés, Abdalla Hamdock, a continuar por este camino de progreso”.
Los líderes religiosos sudaneses también están satisfechos con el acuerdo. “La gente aquí prefiere ser cautelosa, pero el acuerdo de paz cubre una gran parte de Sudán y es muy importante que finalmente se haya alcanzado una firma. Estamos todos muy contentos”, subrayó Tombe Trille, obispo de El Obeid, capital del norte de Kordofán.
A pesar de los avances progresivos en derechos humanos, como la libertad religiosa, diferentes organismos internacionales aseguran que Sudán tiene que implementar más reformas en el país.
El USCIRF señaló que “la burocracia ha retrasado los reclamos de indemnización prometidas por las iglesias destruidas o confiscadas durante el reinado de Bashir, que quería convertir al país en la vanguardia del mundo islámico”.
Sudán ocupa el séptimo lugar en la Lista Mundial de Vigilancia de Puertas Abiertas 2020 . Con una población de más de 42 millones de personas, el país tiene aproximadamente dos millones de cristianos. AcontecerCristiano.Net
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