Una mujer embarazada con insuficiencia respiratoria y en riesgo de perder a su bebé, venció al coronavirus en sala de emergencias, después de la oración en cadena de varios hermanos de la iglesia.
Rocío Martínez, embarazada de 20 semanas, fue diagnosticada con COVID-19 al presentar fiebre y dolor de cabeza. Su familia también fue sometida al examen, y tanto su esposo como sus dos hijos dieron positivo para coronavirus.
Después de algunos días, la mujer tuvo que ser ingresada de emergencia la hospital debido a dificultad para respirar. En medio del miedo y la incertidumbre, Miguel Vera, esposo de Rocío, hizo lo que vio a su esposa hacer muchas veces. Se arrodilló y oró.
La pareja es parte de la Iglesia Esperanza en Franklin, Tennessee (EE.UU.), donde Miguel sirve como ujier y asistente de estacionamiento y Rocío canta en el equipo de alabanza y sirve en el ministerio juvenil.
Catorce familiares asisten a la iglesia. El mes pasado, poco después de asistir a una fiesta de cumpleaños juntos, todos dieron positivo por el coronavirus. Todos estuvieron en cuarentena durante 14 días, pero la salud de Rocío empeoró una semana después del inicio de los síntomas y fue hospitalizada.
"El médico me dijo que tenía 48 horas para empeorar o mejorar y, si no mejoraba, tendrían que retirar al bebé antes, porque tendría deficiencia de oxígeno y su salud estaría en peligro".
Sola en una sala de UCI y sin poder respirar, Rocío llamó a su pastor, William Burton, quien ya había comenzado una cadena de oración entre los miembros de la iglesia.
"Me emocioné al saber que los hermanos de la iglesia se comprometieron a orar por mí", dijo Rocío.
"Miguel y Rocío son una pareja joven, recientemente habían comprado su casa y ahora no podían trabajar o incluso salir a comprar comida", dijo el pastor. "La iglesia, por su cuenta, comenzó un sistema para llevar comidas a la familia Vera y las otras casas de los familiares. Mientras Miguel estaba en cuarentena con sus hijos, alguien de la iglesia Esperanza le llevaba comida para el día e incluso le ayudaron a pagar su hipoteca".
Después de 48 horas, Rocío se sentía mucho mejor. A pesar de que estuvo en una situación difícil, la mujer dice que sintió paz. "No tenía miedo de morir", dijo. “Le pedí a Dios que hiciera su obra. Él es el alfarero y yo soy el barro, y puse mi vida en sus manos”.
"A través de esta circunstancia podemos decir que hemos crecido en nuestra fe y también nos damos cuenta de que no estamos exentos de circunstancias difíciles, pero cuando llegan, solo tenemos que ser fieles", dijo la mujer.
Miguel está agradecido con Dios por la recuperación de Rocío y el apoyo de la iglesia. “Hoy veo a mi familia de la iglesia no solo como la gente que veo los domingos, sino como mi familia real". AcontecerCristiano.Net
COMENTA: Mujer embarazada vence al coronavirus tras cadena de oración