Un pastor y un rabino viajaron a Nigeria para comprobar la situación de los cristianos que sufren persecución por parte de islamistas radicales en el país africano.
"Fue la fe la que nos obligó a viajar a Nigeria la semana pasada para ver por nosotros mismos la crisis que amenaza a partes del país más rico y poblado de África", dijeron el pastor Johnnie Moore.y el rabino Abraham Cooper
Abraham Cooper es el decano asociado del Centro Simon Wiesenthal y Johnnie Moore es el presidente del Congreso de Líderes Cristianos de los Estados Unidos. Ambos justificaron su presencia en el país acosado por el terrorismo islámico como una ordenanza bíblica.
Los dos líderes dijeron que "la sangre está fluyendo como un río" a través de ese país en expansión y está siendo vertida en manos de los terroristas islámicos de Boko Haram y los miembros de las tribus sin ley. Decenas de víctimas compartieron relatos de sufrimientos casi incomprensibles.
"Una niña de 9 años nos contó que vio a terroristas asesinar a sus padres y hermanos con machetes. Un pastor cuya iglesia había sido destruida dos veces se reunió con nosotros poco después de negociar la liberación de dos feligreses secuestradas por Boko Harem. Las jóvenes a su lado, recién liberadas, siguen mostrando signos de shock", contaron a New York Post.
Otro caso aterrador es el de un pastor que decidió resolver el caso de secuestro de algunas mujeres. Empezó a comunicarse con los terroristas. El rescate requerido era considerado una fortuna para cualquiera en su modesta ciudad. Así que el pastor vendió prácticamente todas sus posesiones, como otros miembros de la iglesia, para pagar los mil dólares necesarios para salvar a esas mujeres.
Arriesgando su propia vida, el pastor fue al lugar designado para el intercambio, con la esperanza de que los terroristas cumplieran el acuerdo que habían hecho; afortunadamente, cumplieron.
Dicen que otras historias no terminaron tan felices. "Conocemos a hombres de un pueblo devastado por completo por los islamistas. Los medios de subsistencia fueron saboteados, las familias masacradas. Los terroristas esperaron hasta la mitad de la noche antes de atacar a hombres, mujeres y niños, con armas y machetes. El secuestro no era de su agrado. Iniciaron incendios y luego desataron una horrible limpieza étnica", informan.
Las autoridades se mostraron pasivas. El presidente musulmán de Nigeria, Muhammadu Buhari, compartió el testimonio cristiano de Leah en una declaración publicada en un periódico importante mientras Abraham Cooper y Johnnie Moore estaban en el país.
"Leah sigue en manos de los terroristas", dijo Buhari. "Dicen que es porque se niega a renunciar a su fe cristiana. Decimos que ninguna persona tiene derecho a obligar a otro a cambiar su fe contra su voluntad, y que toda vida es sagrada".
Dicen que Buhari tenía razón al hacer estos pronunciamientos, del mismo modo que los líderes cristianos hacen pronunciamientos similares cuando las víctimas son musulmanas.
"Sin embargo, su administración dominada por los musulmanes debe trabajar más duro para construir confianza entre el norte islámico, el sur cristiano", enfatizaron. AcontecerCristiano.Net
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