Un hombre que fue ateo toda su vida se convirtió a Cristo y pidió ser bautizado, para así cumplir con el mandato bíblico de acuerdo a su nueva fe.
Thomas Roberts, un paciente con cáncer terminal en el Hospital de Birmingham, Alabama, tomó la decisión de abrazar el cristianismo, pese a su estado grave de salud, pues no podía respirar sin tubos de oxígeno y se desplazaba en silla de ruedas.
A pesar de las dificultades, Corey Agricola, capellán del hospital, y el resto del equipo de cuidados paliativos, no permitieron que los desafíos de movilidad de Roberts, impidieran cumplir con su último deseo.
"Fue un gran esfuerzo de muchas partes móviles y diferentes equipos para lograr esto", dijo Corey. "Si no fuera por el equipo, no podría haber sucedido".
Roberts, en ese momento tenía solo unos días de vida. Al enterarse de su solicitud, Corey habló con el médico de Roberts, Ashley Nichols, para asegurarse que podía estar sin oxígeno el tiempo suficiente para permanecer bajo el agua.
Después de recibir la aprobación del médico y saber que la piscina del Centro de Rehabilitación estaba disponible, el equipo entró en acción.
Rodeado por su esposa, hijo, dos hermanas, sobrina, sobrino, y el equipo de atención del hospital, Roberts fue colocado en el agua donde Corey y la fisioterapeuta Marissa Smith lo esperaban.
“He servido en el ministerio por más de 20 años y siete de ellos en este hospital. Este es el mejor día de mi carrera”, dijo el capellán Corey a Roberts y su familia al comienzo de la celebración.
Después de leer Romanos 6: 4-11, Smith retiró los tubos de oxígeno de Roberts mientras Corey lo sostenía en sus brazos.
“Agradecemos a Dios por el regalo bueno y perfecto de este día. Este es uno de los mejores días de tu vida, Thomas, porque estamos celebrando tu nueva vida", dijo Corey a Roberts momentos antes de ser bautizado.
"Esto me trae total consuelo y paz porque sé a dónde va ahora", dijo Gina Gibson, hermana de Roberts. "No necesito preocuparme por eso. Ahora habrá una gran alegría saber a dónde va. Está en paz. Volvió a nacer. Se puede ver en su rostro después del bautismo. Volvió a nacer. Le doy toda la gloria a Dios".
Roberts falleció seis días después, dejando uno de los mejores regalos que pudo haberle dado a su familia.
"No sé qué podría ser un mejor regalo que la sensación de paz, y eso es lo que tenemos ahora", dijo Brooke Carr, la sobrina de Roberts. AcontecerCristiano.Net
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