Un misionero narra los peligros que tienen que enfrentar en los países musulmanes para cumplir con llevar el Evangelio a los pueblos. La fe y la fortaleza en Jesús es necesario para cumplir con la Gran Comisión.
El misionero Al Janssen, trabajó durante 20 años en estrecha colaboración con el hermano Andrew, el fundador de la misión Open Doors (Puertas Abiertas). Juntos viajaron a países musulmanes, escribieron seis libros, se reunieron con líderes políticos y hablaron con donantes del ministerio.
El misionero cuenta la historia de su amistad y algunas de las muchas lecciones que aprendió del hermano Andrew, un querido líder de la misión.
“Cuando tuvo que ir de misión a los países donde se persigue a los cristianos, el ministerio Open Doors le cambiaba el nombre. Uno de nuestros líderes de ministerio internacional, que se unió a nosotros a mediados de la década de 1980, fue informado en su primer día de trabajo, de que tendría que elegir un nuevo nombre que usaría para trabajar para el ministerio. ¡Aún no sé su verdadero nombre!” dijo Al
El razonamiento para que Open Doors tome tales medidas es simple: la iglesia perseguida vive en peligro constante. Los cristianos no pueden escapar de sus circunstancias. Los misioneros los visitan para alentarlos, conocer sus historias y proporcionar Biblias, capacitar y brindar otros recursos necesarios.
Estos viajes pueden ser peligrosos para los misioneros. Por lo tanto, se comprometen a nunca decir ni hacer nada para poner a sus hermanos en mayor peligro de lo que ya están pasando.
"Nunca queremos ser la razón por la cual un hermano o hermana sea arrestado o atacado de alguna manera", explicó Al.
Esta es también la razón por la cual Open Doors a menudo omite o cambia los nombres de las personas mencionadas en sus artículos.
“Hoy, Internet es una herramienta poderosa para bien y para mal. Cuando uno de nosotros solicita una visa, algunas informaciones pueden revelar a un funcionario del gobierno quiénes somos, para quién trabajamos y nuestra agenda”, dijo.
“Tenemos que adelantarnos a ellos siendo cautelosos sobre lo que comunicamos sobre nuestro trabajo. Cuando vamos a la iglesia perseguida, tenemos que entender que si bien nuestra presencia es un gran estímulo, también puede atraer una atención adicional no deseada a la iglesia que ya está bajo presión del gobierno, la sociedad y la cultura”, agregó.
Al explicó que se toman todas las medidas de seguridad necesarias, pero también la certeza del llamado a la misión es esencial para ayudarlos a enfrentar los momentos de tensión.
"Debido a estas medidas de seguridad, el hermano Andrew y yo nunca nos sentimos en peligro. Pero había otra razón para explicar nuestra seguridad. Ambos sentimos que si Dios nos ha llamado a algún país donde la persecución es alta, entonces Él es nuestro protector, y cumpliremos la misión", dijo Al.
"¿Y si nos matan en el proceso mientras nos encontramos con uno de los grupos fundamentalistas? Bueno, Andrew y yo estamos de acuerdo en que todos moriremos alguna vez. Si Dios decide llevarnos de esta manera, entonces pensamos que sería más glorificado por nuestras muertes", agregó. "Como dijo el hermano Andrew: '¡Estar preparado para morir por Jesús es realmente una buena manera de vivir". AcontecerCristiano.Net
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