Un ex pandillero, que ahora es pastor, está rescatando a jóvenes sumergidos en la criminalidad, compartiendo el Evangelio y anunciando que "hay esperanza en Jesús".
La colonia La Dina, en San Salvador, está llena de la cultura de las pandillas, como el MS-13 y Bario 18. En pocas palabras, el joven que crece en La Dina, está en riesgo que su vida sea corta.
Como tal, la tasa de encarcelamiento es alto. Pero, aunque puede ser asombrosamente fácil dejarse arrastrar por la cultura de las pandillas a una edad temprana, es notoriamente difícil abandonarlo, incluso después de salir de prisión.
De hecho, para muchos de estos hombres, solo hay una forma de liberarse de las trampas de la cultura mortal, y esta libertad y refugio se encuentra en un lugar poco probable: la iglesia.
Eben-ezer es una iglesia del centro de la ciudad que funciona como un centro de rehabilitación para ex miembros de pandillas, que está dirigida por un ex criminal, el pastor Will Gómez, que pasó años involucrado en actividades de pandillas y fue un asesino a sueldo contratado, ejecutando objetivos por una tarifa en efectivo. Ahora, se ha comprometido a sacar personalmente a los jóvenes de los caminos oscuros del narcotráfico y el asesinato, hacia una nueva esperanza en la relación con Jesús.
"Creo que soy un testimonio andante del poder de Dios, para mostrar a la gente que si se puede cambiar", dijo Gómez a la BBC.
Muchas veces, las pandillas se irritan porque sus reclutas se dirigen directamente a la iglesia en lugar de volver a las calles. En todo momento, el trabajo de Eben-ezer está siendo monitoreado de cerca.
Gómez, sin embargo, ha desarrollado una forma de tratar con los delincuentes de manera efectiva.
“Hemos trazado la línea... una línea de respeto. Este es el Reino de Dios, no te metas con Dios", les dice a las pandillas que amenazan con interrumpir el trabajo de rehabilitación. "No nos involucramos en su negocio, no te entrometas en el nuestro".
La rehabilitación involucra estudio bíblico diario, servicios de adoración y oración. Aunque no todos lo hacen. Trágicamente, la mayoría de los que abandonan el programa terminan en la cárcel o muertos.
Gómez, sin embargo, lo ve de manera muy simple: uno mismo elige el estilo de vida. "Si eres cristiano, compórtate como tal, vive como tal. Pero si no estás seguro de lo que eres o de quién eres, debes tener cuidado. Porque con Dios no se juega. O eres o no eres... así de simple".
"Hay una salida", declaró Gómez, "y su nombre es Jesús". AcontecerCristiano.Net
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