El gobierno comunista de Corea del Norte, obliga a los familiares de las personas sentenciadas, incluidos los niños, asistir a las ejecuciones públicas, según testimonios de refugiados que huyeron del régimen de Kim Jong-un.
Los campos de trabajo forzado en Corea del Norte son parte de la dura realidad que enfrentan los cristianos en la nación dominada por la dictadura comunista de la dinastía Kim. Además, una de las cuestiones relacionadas con este tema son las ejecuciones, en su mayoría contra cristianos seguidores de Jesucristo.
Las sentencias no sólo se dan dentro de los campos de concentración, en el lugar del trabajo forzado o las cárceles, sino también en lugares públicos, según publica la BBC.
La organización de Corea del Sur para la protección de los derechos humanos, el Grupo de Trabajo de Justicia Transicional, dice que ha identificado 318 lugares que fueron utilizados por la dictadura de Corea del Norte para llevar a cabo ejecuciones públicas en el país. La información salió a la luz después de que 610 refugiados huyeron de Corea del Norte y posteriormente fueron entrevistados durante cuatro años.
Las sentencias de muerte se aplican sobre la base de "delitos" de todo tipo, desde robar una vaca hasta mirar programas de televisión de Corea del Sur. El hecho es que, en la mayoría de los casos, las acusaciones no tienen evidencia concreta de que tales crímenes fueron cometidos y la mayoría de los condenados practicaban la fe cristiana en secreto.
Las ejecuciones se llevaron a cabo cerca de ríos, campos, mercados, escuelas y gimnasios deportivos. Según testimonios de testigos, el gobierno de Kim Kong-un anunció estos momentos como un "evento", que reunió a al menos mil personas para observar las muertes de los condenados.
Los familiares de las personas sentenciadas, incluidos los niños, debían asistir al evento. Además, en casos raros los cuerpos fueron entregados a las familias y los sitios de entierro no fueron informados. Según los informes, la persona más joven que presenció una ejecución solo tenía 7 años.
Corea del Norte se encuentra actualmente en el primer lugar de la lista de países que más persigue a cristianos en todo el mundo, desarrollada por Open Doors Mission de EEUU.
En la dictadura comunista, la población tiene que inclinarse ante las estatuas del dictador y sus antepasados, y la práctica religiosa está prohibida. No solo el hecho de ser cristiano, sino también de mantener amistad con alguien que confiesa su fe en Jesús y no delatar a esa persona, es algo que se considera un delito grave en Corea del Norte. AcontecerCristiano.Net
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