BRASIL.- El hijo de un pastor se ha quitado la vida en su casa debido a la depresión, un hecho trágico que ha conmocionado a la comunidad cristiana brasileña.
El pastor César, del Ministerio Internacional de Restauración (MIR), dio la noticia del triste suceso. Dijo que fue algo que nunca imaginó que sucedería y pidió a los padres estar atentos a ciertas situaciones que pueden llevar a los jóvenes a quitarse la vida.
El pastor cuenta que encontró a su hijo Cesinha muerto. "Desgraciadamente encontré a mi hijo colgado con el cinturón de jiu-jitsu a las 7 de la mañana", contó.
El pastor pidió a los jóvenes a pedir ayuda en situaciones difíciles. "Ustedes necesitan confiar en sus padres, necesitan pedir ayuda", dijo el pastor, enfatizando que las personas no deben permitir que "la depresión o cualquier otro tipo de problema" sea causa para perder la vida, sino que deben buscar ayuda a sus familiares.
"Ustedes tienen padre, tienen mamá, tíos, tías... y cuando les envíe un mensaje de alguien que quiere acabar con su vida, avisen a sus padres", dijo el pastor llorando y continuó: "Si me hubieran alertado de mi hijo, él estaría aquí conmigo y no habría sucedido lo que sucedió".
El pastor finaliza diciendo: "Mi hijo se fue, sólo les pido que ninguno de ustedes haga esto, abran sus corazones a Dios, dejen que Él trabaje en su vida. ¡Dios los bendiga a todos!".
La psicóloga cristiana, Marisa Lobo, dice que hay que entender que "la depresión es una enfermedad. No es pecado. La depresión mata, y la ignorancia y el fanatismo también".
Marisa dice que "Es necesario hablar de la depresión y el suicidio en las iglesias, de forma acogedora y no juzgadora. Hoy fue el hijo del querido pastor Cesar, mañana puede ser un ser querido ustedes".
La psicóloga dice que el desahogo terapéutico tiene poder. El amor, el diálogo tienen poder y poder curativo. Dios sana y libera. Marisa apoya a su afirmación con el texto bíblico de 1 Tesalonicenses 5,23: "todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible...".
Ella dice que la depresión afecta al ser humano en cuatro dimensiones (biológica, psicológica, social y espiritual), o sea, tiene que ser tratada como enfermedad, trastorno psiquiátrico.
"Quien quita su vida, está en crisis incontrolable de desesperación mental, es algo químico en el cerebro, necesita ayuda de médico, medicinas, psicólogo y espiritual", explica.
"Abramos nuestras mentes en el nombre de Jesús. El diablo está destruyendo familias enteras a consecuencia de esta maldición, llamada depresión, que es entendida por la OMS (Organización Mundial de la salud) como el "mal del siglo"", concluyó Marisa. AcontecerCristiano.Net
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