Dos modelos brasileñas abandonaron los desfiles en el carnaval después que se rindieron a Cristo y fueron transformadas por el poder del Evangelio. Hoy dedican sus vidas al servicio de Dios.
Andressa Urach y Ângela Bismarchi, solían desfilar semidesnudas en las escuelas de samba de São Paulo y Río de Janeiro, pero hoy sus vidas dan testimonio de una vida completamente transformada por la fe.
Urach se convirtió al cristianismo en 2015, después de estar entre la vida y la muerte por una infección generalizada.
“Me arrepiento de muchas cosas. Hubo un desfile de carnaval que inventé que me habían robado el disfraz, lo lamento porque, cuando supe la palabra de Dios, vi lo horrible que es la mentira. El diablo es el padre de las mentiras y desafortunadamente el mundo piensa que una mentira está bien”, dijo Urach en una entrevista con UOL.
Bismarchi dejó el sambódromo hace cuatro años, desde que se convirtió en la Iglesia Bautista. Sus controversias giraron en torno a la cirugía plástica: hubo más de 40 procedimientos. “Estuve muy dedicado al Carnaval durante 17 años, en las avenidas de Río y São Paulo, haciendo bailes, espectáculos en todo el mundo. Relacionaron mucho mis cirugías con el Carnaval y lo hice para ser siempre bien en ese momento”, dijo.
“Me arrepiento de todo. De salir desnuda, me expuse mucho”, recuerda Bismarchi. “Una cosa que realmente quiero rehacer mi matrimonio en la iglesia. Estamos planeando renovar los votos con un vestido blanco y un pastor evangélico”, dijo.
Urach reconoce que sufrió debido a la "desobediencia a la palabra de Dios". “Cuando tienes paz, puedes ser una mejor madre, una mejor amiga, un mejor ser humano. El mal del siglo es la depresión. Antes de mi conversión, tenía depresión, síndrome de pánico, era adicto a la cocaína, vivía en clubes bebiendo, peleando. Esto no es vida. Antes no tenía vida, después de convertirme me liberé de eso”, afirmó.
“Un día fui feliz y al día siguiente estaba triste. Nunca entendí eso. Algo andaba mal. La gente no entiende por qué el cambio es tan radical. El carnaval me proyectó, me trajo incluso dinero, pero dejé todo ese pasado para seguir el Evangelio. Aprendí en la Biblia que no podemos servir a Dios y al diablo”, dijo Bismarchi.
A diferencia de la postura del pasado, hoy Urach es una mujer más discreta y feliz. “Dios solo sabe por lo que pasé. Solo quiero ser un mejor ser humano”, dijo.
“Paso en casa con la familia, ya no voy a fiestas. Respeto las opiniones de las personas, son libres de tomar sus decisiones. Pero hoy no irií a desfilar como lo hice. Lo lamento, me avergüenzo de eso, pero el pasado está ahí, lo que puedo hacer es construir una nueva historia y hoy trato de ser una mejor persona y vivir de la mejor manera posible todos los días”, afirmó la ex modelo. AcontecerCristiano.Net
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