Los investigadores han descifrado una antigua inscripción en un anillo de bronce encontrado por primera vez hace 50 años que apunta a Poncio Pilato, el gobernador romano que ordenó la crucifixión de Jesucristo.
Uno de los descubrimientos más fascinantes de la arqueología moderna es sin duda la revelación de que el anillo descubierto en la década de 1960 por el arqueólogo Gideon Forster de la Universidad Hebrea de Jerusalén pertenecía al gobernador romano Poncio Pilatos, responsable del juicio que condujo a la crucifixión de Jesús. como dice la Biblia.
El hallazgo fue uno de los muchos artefactos encontrados poco después de la Guerra de los Seis Días en 1968-69, durante las excavaciones en la fortaleza del rey Herodes (73 a. C. a 4 a. C.), ubicada en el desierto de Judea, 12 km al sur de Jerusalén.
Hasta entonces, los investigadores no habían descifrado la inscripción en la superficie del anillo de bronce, pero gracias a los avances tecnológicos fue posible utilizar una técnica especial de lectura ampliada, a través de fotografías computarizadas, para revelar el significado de la inscripción, 50 años después. .
Un equipo dirigido por el Dr. Roee Porath, también de la Universidad Hebrea de Jerusalén, descubrió que el anillo contiene una imagen de una copa de vino con una inscripción en griego que dice: "Pilatus".
Debido a que es una pieza simple, los científicos creen que el anillo fue utilizado por Pilatos en su vida cotidiana, como una especie de sello para autenticar documentos a su nombre. Existe la posibilidad de que los oficiales también hayan usado el anillo bajo su mando, con el mismo propósito.
La revelación precisa del nombre no deja dudas sobre su autenticidad, ya que era un nombre raro en ese momento. La pieza también revela la importancia de Pilato en ese contexto, en Roma, exactamente como se describe en la Biblia.
“No conozco a ningún otro Pilato de la época y el anillo demuestra que era una persona de influencia y riqueza”, dijo el profesor Danny Schwartz, según información del diario Haaretz .
El descubrimiento arqueológico es otro que agrega evidencia histórica precisa de la época de Jesucristo, confirmando científicamente que los relatos narrados en la Santa Biblia tienen un respaldo histórico completo, corroborando aún más la fe cristiana, lo que significa un duro golpe para los escépticos y ateos.
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