IRÁN.- Un pastor iraní, preso por dirigir una iglesia "no autorizada", ha continuado predicando el Evangelio en la prisión, lugar donde muchos criminales conocieron a Jesucristo.
Antes de pasar tres años en una prisión, Mojtaba Hosseini , de 30 años, fue líder de una iglesia en casa, que fue creciendo rápidamente en el país. Después de ser liberado de la prisión en 2015, pasó a vivir en un lugar seguro fuera de Irán.
Al igual que todos los cristianos iraníes, Mojtaba conocía los riesgos de liderar una iglesia secreta en el país. "¿Por qué no paré mi trabajo con la iglesia después de que fui arrestado por primera vez?", Preguntó, sonriendo. "Yo realmente no sé. No hubo explicación lógica, pero sentimos que el Señor quería que continuáramos".
Durante la mayor parte de su sentencia, Mojtaba compartió la celda con asesinos, ladrones y traficantes de drogas. Incluso sabiendo que Dios estaba con él en la prisión, el líder cristiano sentía miedo y desesperación.
"Yo oraba, era todo lo que podía hacer. Pensé que Dios me estaba castigando por mis errores, pero entendí que no estaba allí por mí sino por el Señor".
Por primera vez desde que fue arrestado, Mojtaba comenzó a mirar verdaderamente a la gente, a través de los ojos de Dios. A partir de eso, él se sintió inspirado para predicar el Evangelio a otros reclusos.
El líder cristiano comenzó a contar su testimonio de vida a los demás detenidos y algunos se entregaron a Cristo. Deseaba tener una Biblia para enseñar a sus compañeros pero no lo tenía disponible.
Como era imposible llevar la Biblia dentro de la prisión iraní, un predicador musulmán se ofreció hacerle llegar la Biblia a sus manos. El imán tuvo la idea de imprimir las hojas de la Biblia y hacerlo pasar como clases de inglés. Los versículos fueron traducidos por uno de los detenidos. Luego, las Escrituras fueron conocidas por todos.
"La gente estaba pidiendo más de la Palabra. Y la mejor cosa fue que los presos estaban entregando sus vidas al Jesús de la Biblia".
Reflexionando sobre su tiempo detrás de las rejas, Mojtaba dijo: "Yo nunca oré para que Dios me liberara de la prisión. Yo puedo servir a Dios en cualquier lugar, dentro o fuera de la prisión. No importa en qué situación esté. Yo puedo trabajar en el Reino de Dios donde Él me ponga. Y en aquel tiempo Dios me colocó entre los prisioneros". AcontecerCristiano.Net
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