EE.UU.- Un niño se incrustó una varilla de metal en su cabeza mientras jugaba. Sus familiares pensaron lo peor, pero milagrosamente sobrevivió después de mucha oración.
Xavier Cunningham, de 10 años de edad, estaba jugando con algunos amigos en un campo detrás de la casa de la familia. Los muchachos encontraron una varilla que se usa para cocinar asado, y lo pusieron más lejos cerca a un árbol, para que no se lastimen.
Al final del juego, los chicos resolvieron subir al árbol que tenía un enjambre de abejas. El ataque de las avispas hizo que Cunningham cayera exactamente sobre la varilla del asador que habían dejado en el suelo.
La varilla atravesó la cara del chico y fue llevado de inmediato al hospital, donde los médicos tuvieron que intervenirlo quirúrgicamente
"Después de muchas horas de oración, el equipo médico logró sacar la varilla de la cara. Sólo Dios podía salvarlo. Realmente fue un milagro", dijo Shannon Miller, padre del menor.
El doctor Koji Ebersole, del Hospital de la Universidad de Kansas, dijo haber quedado sorprendido por el hecho de que el niño haya sobrevivido. "Me impresionó que estuviera vivo, aún más, despierto y conversando. La varilla pasó por la cara, debajo del cráneo e hizo un camino hacia la parte trasera del cuello", dijo el médico que es director de neurocirugía endovascular del hospital.
El observó que la varilla del asador casi alcanzó dos vasos sanguíneos muy delicados del cerebro. Si el asador hubiese estado a un milímetro más cerca de cualquiera de ellos, la lesión habría sido "insostenible si atravesara la carótida".
"Pero fue muy cerca de ella y al lado de la arteria vertebral, esa trayectoria es esencialmente una en un millón, simplemente no puedo creer", dijo Ebersole. Afortunadamente, el equipo médico logró quitar el asador sin más heridas.
Después de todo lo que sucedió, la familia del niño agradeció a Dios por haber salvado la vida del niño. AcontecerCristiano.Net
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