TAILANDIA.- Decenas de budistas se rindieron a Cristo después que Dios respondió las oraciones de cristianos, ante una fuerte tormenta que amenazaba con destruir su pueblo y sus siembras de arroz.
Esta historia se remonta al año 2017, cuando en una aldea de la provincia de Supanburi, una fuerte tormenta destruyó varios campos de cultivos, pero los campos de los cristianos quedaron intactos. Este hecho se ha convertido en una gran oportunidad para que los creyentes evangelicen a su pueblo.
"Los cristianos oraron para que Dios protegiera sus campos de arroz de ser arruinados por el granizo", según un informe de John y Nok P., líderes del ministerio World Outreach International.
Ambos misioneros destacaron que algo notable sucedió después de las oraciones de aquellos creyentes.
"Todos los arrozales fueron protegidos, mientras los campos vecinos fueron destruidos", observaron. "Esto abrió una oportunidad para que los creyentes compartan el poder de Dios con sus vecinos y 75 personas decidieron entregar su vida Jesús".
La Palabra se extendió rápidamente a otra aldea cercana, donde cuatro personas sordas fueron sanadas y pasaron a oír. Una señora, que había sido afligida por una gran inflamación en la tiroides por más de 50 años, también fue completamente curada. Su hijo, que era un traficante de drogas, fue liberado de su vicio, abandonó la criminalidad y consiguió un empleo.
"Algunos que sufrían con insomnio desde hace muchos años ahora pueden dormir normalmente, el jefe de la aldea fue salvo junto a toda su familia. Dios está obrando y abriendo muchas puertas para que podamos enseñar el discipulado en la aldea", dijo el misionero.
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| Bautismo de nuevos creyentes en Cristo en Tailandia. |
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