EE.UU.- Una mujer abandonó la iglesia mormona después de 30 años de haber pertenecido a ese grupo religioso, asegurando que conoció al Dios vivo después que comenzó a leer la Biblia.
Lynn K. Wilder, que actualmente es evangelista que predica el amor de Cristo a los mormones, deja en claro que hay una gran diferencia entre la iglesia mormona y la fe cristiana, que giran en torno a cuestiones como la poligamia, el racismo, la desconfianza de la Palabra y el poder de Dios.
Lynn contó que en el año 1999 comenzó a trabajar como profesora en la Universidad Brigham Young University, en Utah, que pertenece a la Iglesia de los Santos de los Últimos Días (ISUD). En ese tiempo, ella descubrió que las escrituras mormonas todavía predican racismo y poligamia, a pesar de las negaciones públicas por parte de la iglesia.
“La Biblia no enseña que la marca de Caín (Génesis 4:15) fue una piel oscura, pero el Libro de los Mormones sí”, dijo Lynn al sitio The Christian Post.
Lynn y su esposo cuestionaron la doctrina mormona después que su hijo, Micah, dejó la iglesia mormona y abrazó la fe en Jesús. El muchacho pidió a sus padres que leyeran el Nuevo Testamento. “Los mormones creen que la Biblia está mal traducida y corrupta”, cuenta la ex profesora.
La mujer dice que las escrituras mormonas hablan de una “gran apostasía” después de la muerte de los apóstoles, de modo que no había verdadera iglesia hasta la fundación del mormonismo en 1830 por José Smith. Pero cuando Lynn leyó el Nuevo Testamento, se quedó sorprendida.
"Me quedé admirada con ese Dios de amor, el Dios de la gracia", dijo, destacando que los mormones creen en la salvación basada en obras. "De acuerdo con el mormonismo, sus acciones te llevan al cielo, mientras que en el Cristianismo, Cristo hizo todo el trabajo en la cruz.
Lynn señala que el mormonismo enseña que Jesús no pudo mantener su iglesia unida, citando la historia de la iglesia de José Smith, donde el fundador mormón escribió: "tengo más que jactarme de lo que ningún hombre ha tenido jamás. Soy el único hombre que ha sido capaz de mantener a toda la iglesia unida desde los días de Adán... Ni Pablo, Juan, Pedro, ni Jesús hicieron esto".
Ella luchó para creer que Dios era lo suficientemente poderoso como para preservar su iglesia y el mensaje de la Biblia, ya que, en el mormonismo, Dios no es omnisciente y omnipotente. "él es un hombre, básicamente, que continúa progresando y que yo puedo estar de la misma manera", dijo Lynn.
Cuando verdaderamente miró a Jesús, la mormona comenzó a ver evidencias de un Dios bíblico hecho carne, haciendo la observación que el dios mormón no es una persona.
Actualmente, ella y su esposo lideran un ministerio dedicado a "ayudar a los mormones a entender a un Dios mayor y a creer en la Biblia". La pareja tiene la intención de llegar a miles de mormones que han dejado el mormonismo y han recurrido al ateísmo o al agnosticismo. AcontecerCristiano.Net
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