EE.UU.- Un hombre satanista leyó la Palabra de Dios y decidió arrepentirse y aceptar a Cristo. Su madre se pasó 33 años orando para que este día llegara, y por fin dejó la oscuridad gracias a la luz del Evangelio.
Cuando Brian era un niño, sufrió maltrato físico y emocional por parte de su padre, lo que provocó en él odio y resentimiento. "Yo odiaba a la gente y si no podía obtener algo para mi beneficio, no las quería cerca de mí", dijo.
A medida que Brian crecía, su odio también aumentaba. Comenzó a robar y crear pleitos en la escuela y en la iglesia.
La gente comenzó a señalarlo y a decir de él: "eres problemático", "‘no eres nada", "nunca va a conseguir nada en la vida", "eres un pecador y te irás al infierno". "Yo tenía sólo 10 años y no quería estar en casa, ni en la escuela ni en la iglesia", dijo Brian a CBN.
Pero una persona era diferente al resto, su madre Dorothy. "Yo siempre le dije que lo amaba, y no me importaba lo que haya hecho. Nunca dejaría de amarlo", dijo su madre.
Después, cuando era ya más joven, unos amigos de la escuela secundaria le ofrecieron un cigarrillo, lo que fue el inicio de una vida lleno de adicciones a las drogas y la incursión en al mundo delictivo.
Cuando Brian tenía 14 años, fue internado en un centro de rehabilitación, donde pasó cuatro años para conseguir su recuperación. No logró recuperarse pues continuaba consumiendo, vendiendo drogas y robando. Sin embargo, su madre continuaba orando él.
Cuando Brian tenía 18 años, sus padres se divorciaron. Poco después, fue detenido por la policía y acusado de robar más de 250 casas. Fue condenado a 10 años de prisión y mientras permanecía tras las rejas comenzó a involucrarse con el satanismo.
Brian dice que la gente le tenía miedo y cuando se acercaba a alguien huían de él. Eso le hacía creer que era superior a los demás y necesitaba mantener eso. "Invocaba a los poderes del reino demoníaco", dice.
En el año 1994 salió libre, pero no duró mucho en las calles, pues su novia le confesó que lo había traicionado con otro hombre y lo abandonó. Brian buscó venganza y disparó al hombre, pero este sobrevivió. Brian fue arrestado nuevamente y enviado a la prisión. Su madre continuó orando por él.
Después de haber permanecido recluido por 12 años, se sumió en los vicios. Un día se puso a meditar de lo que había sido su vida. "Yo tenía ya 40 años y simplemente no quería vivir, yo sabía que era responsable por todo lo que pasé".
Ante esa realidad, Brian decide acudir a un Centro de Rehabilitación, en un programa de drogas y alcoholismo, donde el personal eran de fe cristiana.
"Usaba una Biblia para hacer los trabajos, que consistía en llenar los espacios en blanco con palabras de las Escrituras. Entonces, vi el versículo del Salmos 51: 7, que dice: "Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve. Entonces recordé lo que el Señor dijo: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres". Reconoció que era la verdad y el Señor comenzó a cambiar mi vida.
"Me di cuenta que toda mi vida había herido a mi madre, hasta el punto en que ella quería morir, pero ella estaba orando por mí desde que me perdí. Pasé 33 años perdido y mi madre nunca dejo de orar por mi", dijo Brian, y añadió "El Evangelio ha llenado el vacío de mi corazón". AcontecerCristiano.Net
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