El agricultor decidió obedecer a su llamado - Referencial. |
El hombre se encontraba arando la tierra, cuando le avisaron que había ocurrido un accidente frente a su casa, con un tractor fuera de control. Enseguida se dirigió a su hogar y al llegar se encontró con una escena trágica, relata el pastor Eddie Hyatt.
Su hijo Pete, de siete años, se encontraba en brazos de su esposa. "Mi padre me dijo que cuando vio a Pete, estaba estático plano como una tabla", dijo Eddie. "Estaba respirando, pero sangre y agua brotaba de sus ojos, nariz, boca y oídos".
Pete estaba jugando con su hermano Belve, de cuatro años, cuando de pronto decidieron subir al tractor. Belve jaló la manivela del vehículo poniéndolo en funcionamiento y Pete fue accidentalmente atropellado.
El agricultor llevó a su hijo rápidamente al hospital más cercano del pueblo de Memphis. Tres médicos evaluaron el niño y coincidieron: "Tiene una costilla rota que perforó el pulmón". También le dijeron a la familia que Pete no viviría más de 10 minutos.
Mientras estaba con el corazón angustiado en la sala de espera, un pensamiento llegó a la mente del agricultor. Durante cinco años, había sido desobediente al llamado pastoral de Dios.
Pero en ese momento, entró a la sala de espera, levantó su mano derecha al cielo y comenzó a orar: "Señor, estoy listo". Fue solo eso, tres palabras. De repente, todo el miedo y la ansiedad dejaron su corazón y tuvo la seguridad que Pete estaría bien", dijo Eddie.
Al terminar, transcurrió casi una hora cuando uno de los médicos le dijo: "Algo pasó esta noche. La hemorragia se detuvo y Pete no tiene ningún hueso roto en su cuerpo". Una enfermera cristiana que atendió a Pete, testificó que nunca había experimentado el poder de Dios como en ese día en que ella estuvo en la habitación del niño.
"Esa oración no sólo produjo una curación milagrosa, sino cambió el destino del agricultor. Dejó la granja y se convirtió en pastor de la Iglesia Asamblea de Dios por más de 35 años", dijo Eddie. AcontecerCristiano.Net
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