Una reflexión interesante de Billy Graham acerca del matrimonio, enfatizó que la relación de una pareja necesita de cuidados constantes, tanto de parte de la esposa como del esposo.
¿Alguna vez has tenido un jardín? Si es así, sabes que necesitas darle atención constante para tener éxito. La tierra debe estar preparada, las semillas correctas deben ser plantadas y fertilizadas, las malas necesitan ser sacadas (sin dañar las buenas plantas), la necesidad de regar el suelo repetidamente, el jardín necesita ser protegido de las aves destructivas y los animales. Y eventualmente, tu arduo trabajo será recompensado.
El matrimonio se parece un poco a ese jardín. Si se descuida (si se permite que florezca las "malas hierbas") si el esposo o la esposa comienza a admitir eso, o es insensible a las necesidades del cónyuge, el matrimonio estará en problemas. Pasar tiempo juntos, procurando entender las necesidades del otro, evitar las críticas y las calumnias. Estos y otros actos de bondad fortalecerán el matrimonio.
Sin embargo, lo más importante que cualquier pareja puede hacer es edificar su matrimonio en Jesucristo. Siempre he dicho que un buen matrimonio involucra a tres personas: la esposa, el esposo y Dios. No importa lo que el futuro aporte, comienza por volverte a Jesucristo y pedirle que venga a su vida.
Dios te ama, y tu vida nunca será la misma con Cristo en tu centro. La Biblia dice: "Dios es amor. Todos los que permanecen en el amor permanecen en Dios, y Dios en él" (1 Juan 4:16). AcontecerCristiano.Net
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