La mujer musulmana ya estaba desahuciada por los médicos, debido al fuerte efecto del veneno de la serpiente que la mordió en el desierto. Pero un encuentro sobrenatural con Jesús transformó su vida.
Hajira, una joven de una prominente familia musulmana en el Medio Oriente. Su padre es una de las principales autoridades religiosas del estado, en donde hace cumplir la ley sharia con respecto al comportamiento religioso.
Tal como lo informa el ministerio “Biblias para Medio Oriente“, una noche, Hajira salió con su familia junto con el personal, al desierto, para disfrutar de una noche bajo la luz de la luna.
Mientras caminaban, la muchacha sintió que algo le mordía la pierna. Entonces vieron una gran serpiente moviéndose rápidamente que huía, su hermano tomó su revólver y disparó al reptil de inmediato y lo mató. Era una víbora de cuernos sahariana, una serpiente altamente venenosa.
En cuestión de segundos la joven quedó inconsciente, y fue trasladada de urgencia al hospital. Cuatro días estuvo en coma con un pronóstico reservado, los doctores pensaban que no sobreviviría.
Al reaccionar, entre lágrimas, la muchacha da testimonio que comenzó a orar a Dios por una muerte “sin dolor” durante el sueño.
Entonces mientras dormía, Hajira dice que vio un ángel apareciéndole, y que éste le dijo: “Invoca a Jesús, el hijo del Altísimo, que fue crucificado y murió por ti y resucitó de entre los muertos”.
Esas palabras irritaron a la joven y preguntó, “¿Profeta Jesús, el hijo de María?. No fue crucificado; Y también él no era mayor que mi profeta”, le dijo al Ángel.
El Ángel dijo de nuevo: “Estás equivocada. Jesús es el Señor de los profetas. Él es el verdadero salvador. Él puede sanarte de toda enfermedad y salvarte del pecado y de la muerte. Invocadle con tu corazón y boca”.
Luego de eso, la muchacha despertó, y vio que su hermano estaba parado a su lado, allí le preguntó: “¿Has tenido algún sueño. ¿Oí que hablabas algo del profeta Jesús?”.
Justo después de dos horas, dos extraños llegaron a la habitación inesperadamente. La persona mayor llamó a la joven por su nombre y a su hermano también. El anciano pastor les explicó quién es Jesús y por qué fue crucificado y murió. La muchacha y su hermano se arrepintieron de sus pecados y aceptaron a Jesús como su Señor y salvador.
El Pastor puso sus manos sobre la cabeza de la joven y oró. Hajira dice que inmediatamente sintió algo extraordinario fluyendo a través de sus venas y se levantó de la cama, luego se arrodilló en el suelo y dijo: “Sí, el Señor Jesús sanó totalmente mi enfermedad y me selló con Su sangre preciosa y victoriosa”.
La joven le dijo a los doctores que Jesús la había sanado. Hicieron más chequeos y lo aceptaron como una curación milagrosa. Viendo su buen estado de salud, los miembros de su familia también creyeron en Jesús.
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