Las políticas del Departamento de Justicia Juvenil de Kentucky (DJJ), establece que el personal y los pastores voluntarios, "no podrán decirle a los jóvenes homosexuales que son anormales, desviados, "pecadores" o que pueden o deben cambiar su orientación sexual o identidad de género".
Los pastores que se nieguen a obedecer estas normas, no pueden ser consejeros en las agencias estatales.
El pastor David Wells se rehusó a cumplir las nuevas disposiciones, y fue expulsado por la administración de una institución de internos de jóvenes delincuentes.
En su defensa, la ONG jurídica cristiana Liberty Counsel alega que “quitarle la Biblia a un pastor es quitarle el bisturí de las manos a un cirujano. Sin ella, no pueden traer sanidad”.
Wells trabajó durante más de 10 años en el ministerio de la prisión que mantiene la Iglesia Bautista de Pleasant View. A él el gobierno le prohibió continuar con su trabajo el 7 de julio. La justificación del gobierno es que se negó a cumplir con una ordenanza como no criticar los “estilos de vida sexuales alternativos” porque es “despectivo”, “tendencioso” y constituye un “discurso de odio”.
En su defensa, el ministro explicó que ninguno de los jóvenes delincuentes era obligado a asistir a servicios o para hablar con él y otros voluntarios. AcontecerCristiano.Net
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