Una mujer fue declarada clínicamente muerta en pleno parto, tras sufrir un paro cardíaco. Tuvo que ser sometida de emergencia a una cesárea para salvar a su bebé.
Melanie, y su esposo Doug Pritchard estaban contentos con la llegada de su segunda hija. Cuando la mujer ingresó a la sala de partos, se presentaron complicaciones y todo empezó a salir mal, sus signos vitales empezaron a decaer, hasta que quedó inconsciente producido por un paro cardíaco.
Los médicos la declararon a Melanie clínicamente muerta, con el bebé aún dentro de su cuerpo. Entonces, comenzó una carrera para salvar al bebé con una cesárea de emergencia.
Su esposo comenzó a orar para que Melanie y su hija se salvaran. La desesperación invadió su ser, tan solo en pensar que perdería a su esposa y su pequeña hija.
"Señor, yo sé que esto es más de lo que puedo soportar, lo que significa que Tú tienes un plan y un propósito para todo. Yo confío en ti, pero por favor, si es Tu voluntad, déjame abrazar a mi esposa de nuevo", expresó en oración.
Los médicos lograron salvar a la bebé, mientras que un equipo trató de reanimar a Melanie. Después de 10 minutos la situación era igual, nada podía reanimarla, cuando de repente un médico noto un pulso débil, ella se estaba aferrando a la vida.
Melanie fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), donde la mantenían viva con las máquinas que la rodeaban. Su esposo Doug, la tomó de la mano y le dijo: "Te amo. Yo siempre te amaré.
Después de 24 horas de la cirugía, Melanie se recuperó y pudo tener a su bebé en sus brazos, todo el hospital quedó conmocionado por este hecho, a lo que atribuyen un milagro de Dios.
Cuando las enfermeras le preguntaron a Doug cuál era el nombre de su nueva hija, respondió: "Gabriella, la heroína de Dios". AcontecerCristiano.Net
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