"Es raro que los ateos franceses se convierten en cristianos evangélicos, pero mucho más raro es que uno de ellos se vuelva teólogo cristiano evangélico", dice Guillaume Bignon, el ex ateo que ahora enseña la Palabra de Dios.
"Soy sólo una casualidad, una anomalía. Me inclino a verlo como la obra de un Dios que dice: "Tendré misericordia del que yo tenga misericordia" (Romanos 9:15), dice Bignon a Christianity Today.
El ahora teólogo cristiano, cuenta que creció en una familia católica, pero a medida que iba creciendo, se dio cuenta que la tradición religiosa y la superstición, terminarían alejándolo de ser un feligrés del catolicismo.
Cuando bignon tuvo 20 años, se fue de vacaciones con su hermano al Caribe, y allí conoció a una chica de Estados Unidos. Él pensó que podría empezar una relación seria con la joven, pero no sabía que ella era cristiana. La mujer le dijo que creía en Dios y en las relaciones sexuales después del matrimonio.
Frente a esta situación, Bignon decidió desengañar a la chica de sus creencias, para que así pudieran estar juntos sin "nociones anticuadas" de Dios y de la vida. Entonces comenzó a pensar: "Si le voy hablar mal del cristianismo, primero tengo que saber qué es lo que enseña el cristianismo. Así que tomé una Biblia y comencé a leer acerca de Jesús".
"El relato que Leí de Jesús fue impresionante. Estaba fascinado por la autoridad que tenía este hombre. No tenía mucho lugar en mi cosmovisión atea para sus afirmaciones de lo sobrenatural, pero la forma de su conversación me llamó la atención", dijo Bignon.
"Pensé, 'Yo no soy un científico, pero haré un experimento adicional que pueda llevar a cabo para poner a prueba mi investigación. Yo voy a orar y pedirle a Dios, si eres real, ven y muéstrate a mí"", dijo.
Dos semanas después, decidió ir a una iglesia evangélica en París, se sintió incómodo pero escuchaba el sermón de ese día. Cuando terminó el culto, salió corriendo, pero cuando ya estaba afuera, se detuvo y sintió un fuerte escalofrió que recorría desde su estómago hasta su garganta. Pensó y regresó hacia el interior de la iglesia para hablar con el pastor, se presentó y subieron a la oficina. Hablaron durante horas sobre diversos temas, le hacía muchas preguntas y el pastor le respondía razonablemente con la Biblia.
"Vine a ver que los relatos de los Evangelios sobre la vida, muerte y resurrección de Jesús podrían ser tomados como testigos confiables. Entonces entregué mi vida de oración y le dije a Dios. "Estas cosas empiezan a tener sentido para mí, pero voy a necesitar que te muestres a mí de una manera mas explícita".
"Casi al mismo tiempo, vinieron a mi mente todas las cosas malas que había hecho, lo que me produjo un sentimiento de pesar y de culpa. De repente, todas las cosas que había estado leyendo y lo que hablé con el pastor tenían sentido".
Ahora entendía el Evangelio. Jesús murió en la cruz para pagar el precio por mis pecados. Y así he recibido ese Evangelio. La buena noticia es que no me gano mi salvación por mis buenas obras, sino por gracias poniendo mi fe en Jesús.
Le dije a Dios: "Te doy mi vida. Recibo el sacrificio de Jesús por la fe. "Y a partir de ahí la culpa simplemente se evaporó. Todo rastro de culpa se marchó y yo experimenté una renovación espiritual, sabiendo que yo estaba perdonado y que había experimentado al Dios vivo. Empecé a estudiar en un seminario. Más tarde conocí a una mujer americana maravillosa y me casé con ella. Ahora estoy terminando mi tesis doctoral, para ser un maestro y teólogo cristiano. AcontecerCristiano.Net
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