KIRGUISTÁN.- Un joven musulmán fue expulsado de su casa por sus padres y rechazado por toda su familia, por haberse convertido a Cristo tras conocer la verdadera redención en los evangelios.
La historia de Torgay (nombre alterado por cuestiones de seguridad), de 31 años, encaja en el perfil de cristianos que pasaron a ser rechazados por la familia por abandonar el Islam.
Torgay es miembro de una Iglesia Bautista en Kirguistán y enfrenta serios problemas familiares. Tres años después de haberse convertido al Evangelio, él resolvió compartir sobre su fe a los vecinos, que le acusaron de traicionar la religión de sus padres e intentaron agredirle como castigo, pero él logró huir.
Como consecuencia del hecho, sus padres lo expulsaron de casa y le dieron un aviso: él no debería ni pensar en volver si no estaba dispuesto a negar a Cristo y volver a confesar el Islam.
Torgay entonces se mudó a otra ciudad, donde consiguió un empleo y una casa, pero el vínculo sentimental con la familia lo impulsó a llamar muchas veces a sus padres, que siempre le repetían lo mismo: "Mientras usted sea cristiano, no es nuestro hijo!".
Después de dos años de haber sido expulsado de casa, Torgay se llenó de coraje y fue a visitar a sus padres e intentar convencerlos que le dejaran regresar a su casa. Compró regalos para los parientes y, al llegar, fue pronto cuestionado si había renunciado al cristianismo. Al responder negativamente, resaltando que él jamás negaría a Jesús, fue nuevamente echado.
"Torgay pidió oración por su situación, pero al mismo tiempo afirmó que, a pesar del hecho de que su padre terrenal no habla con él hace dos años, su padre celestial habla con él todos los días que lo ama y cuida de él, dice el informe de Open Doors. AcontecerCristiano.Net
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