Mujer arrepentida muestra foto de local. |
La dueña y ex proxeneta Maria Amenade Coelho, de 67 años. Cerró el burdel y decidió abrir la iglesia para servir de testimonio a los residentes y sobre todo a los antiguos clientes. Tanto es así que hoy en día en el templo, se reúne en sus diversos cultos, las prostitutas y los propietarios de otros burdeles que también han cerrado en la ciudad de Jequié, según publica Gospel Prime.
"Vivía en ese lugar hundido en las drogas, la bebida y el sexo. Era solo perdición. Pero el ejemplo de ella [María] me dio la fuerza para liberarme a mí mismo", dice Antonio Barbosa Teixeira, 35, ahora convertido y miembro de la iglesia.
Jéferson Barbosa Ramos, 24 años, que ahora asiste a los servicios de la iglesia, recuerda: "Cada fin de semana que vine aquí de siete de la tarde hasta las siete de la mañana del otro día, bebía y me drogaba. Robé varias veces y tuve que permanecer en la cárcel durante dos meses, pero ahora estoy libre".
La policía llegó a detener a María en la década de 1990 por haber empleado tres chicas adolescentes en el burdel. "Tenía un montón de droga, peleas, y todo lo malo. Pero estoy arrepentida por todo lo que he hecho y hoy soy otra persona que busca a Dios", dice María.
Su cambio de vida comenzó cuando pasó tres meses en cama debido a un problema en el cartílago de la rodilla. "Fue un momento para pensar acerca de la vida. Recibió visitas de los evangélicos que hacían oraciones conmigo durante varios días y me convencieron de salir de esa vida", dice con alegría.
El testimonio de María es fuerte. Pasó 38 años en la prostitución, en sus propias palabras, en "opción de supervivencia". Su antigua casa de prostitución hoy en día atrae a decenas de personas para cada culto de la iglesia. AcontecerCristiano.Net
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