La Asociación por la Libertad Religiosa (Religious Liberty Partnership) está conformada por una veintena de entidades, entre ellas, Open Doors USA, La Comisión de Libertad Religiosa de la Alianza Evangélica Mundial, Christian Solidarity Wordwide y China Aid, entre otras. En la llamada “Declaración de Ottawa” hacen referencia al último informe de la ONU en el que quedaban probados los abusos a los derechos humanos.
En la declaración se expresa preocupación por las personas encarceladas en el sistema de campos de concentración, por las víctimas de la persecución religiosa, las mujeres víctimas de abuso y los refugiados norcoreanos en China. Se hace un llamamiento para “una respuesta contundente por parte de los organismos internacionales a raíz del exhaustivo informe dado a conocer recientemente” por la ONU.
Mervyn Thomas, Presidente de la Asociación y de la entidad Christian Solidarity Worldwide, de Reino Unido, insistió en la importancia de tomar medidas. “El informe bien documentado y las recomendaciones de la Comisión de Investigación de la ONU no pueden quedarse en un estante cogiendo polvo. Las atrocidades indecibles hacia los derechos humanos reveladas en el informe han estado sucediendo durante demasiado tiempo, y ahora la comunidad internacional debe actuar con el fin de hacer una diferencia real en las vidas de los ciudadanos norcoreanos. Ahora es el momento de actuar”.
Según el comunicado, redactado durante la reunión anual de las organizaciones miembros que se celebró en Ottawa (Canadá) en abril, la Asociación de Libertad Religiosa se compromete a “realzar la investigación en profundidad sobre los derechos humanos y las violaciones de la libertad religiosa en Corea del Norte a través de la documentación provista por los supervivientes y refugiados” y a “difundir ampliamente la información sobre la realidad de la vida en Corea del Norte”. AcontecerCristiano.Net
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