"El derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión o credo, más conocido como el derecho a la libertad de religión o credo es una derecho fundamental de todos ser humano", defendieron los Veintisiete en las directrices pactadas.
"Las violaciones o abusos a la libertad de religión o credo, cometidos tanto por actores estatales como no estatales son generalizadas y completas y afectan a personas en todo el mundo, incluida Europa", advirtieron.
En el mismo texto, el grupo indicó que la libertad de religión o credo contribuye a "salvaguardar el respeto por la diversidad" y "su libre ejercicio contribuye a la democracia, el desarrollo, el Estado de Derecho, la paz y la estabilidad" y por el contrario han sostenido que "las violaciones a la libertad de religión o credo pueden contribuir a exacerbar la intolerancia y frecuentemente constituyen un indicador temprano de la violencia y conflictos potenciales".
Los Veintisiete también dejaron claro el derecho de toda persona de cambiar o abandonar su religión o credo y también piden "protección" para las personas ateas o las que no profesen ninguna religión. "La UE es imparcial y no está alineada con ninguna religión específica o credo", dejaron claro.
Asimismo, se comprometieron a "respetar, proteger y promover la libertad de religión o credo dentro de sus fronteras" y han reafirmado "la determinación" de la UE de "promover, en su política externa de Derechos Humanos la libertad de religión o credo como un derecho que debe ejercer todo el mundo, en todas partes" atendiendo a "los principios de igualdad, no discriminación y universalidad".
"La UE tiene intención de ayudar a impedir y abordar violaciones de este derecho en tiempo y de forma consistente y coherente" a través de sus instrumentos de Política exterior tras recordar que "los Estados tiene una obligación de garantizar la protección de los Derechos Humanos y ejercer debida diligencia para impedir, investigar y castigar actos de violencia contra personas por motivos de religión o credo", agregaron.
La UE condenará y tomará acciones apropiadas ya sean a través de ''demarches'' diplomáticas, declaraciones públicas o apoyo concreto "contra todas las formas de intolerancia y discriminación contra personas" por su religión o credo o en respuesta a "serias violaciones" de este derecho cuando ocurran ejecuciones, asesinatos extrajudiciales o juicio injustos o ataques violentos.
Además, "la UE vigilará el respeto a la libertad de religión o credo en terceros países e identificará e informará de situaciones de preocupación", incluido casos individuales, pero también sistemáticos e incluirá "la situación de la libertad de religión" en los informes de estrategia para cada país, además de abordar estos asuntos con los países terceros, además de dar debido seguimiento a los casos.
"La UE condenará públicamente la ejecución o asesinato de individuos y otros actos de grave violencia por motivos de religión o credo. La UE también considerará sanciones adicionales donde sea apropiado", advirtieron los Veintisiete. Agencias. AcontecerCristiano.Net
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