Según “La Repubblica” el monseñor intentaba supuestamente introducir desde Suiza a Italia 20 millones de euros (más de US$26 millones) en efectivo en un avión privado.
El arresto de Scarano es un golpe más para el atribulado banco del Vaticano, el llamado oficialmente Instituto para las Obras de Religión (IOR). Hace sólo dos días, el papa Francisco anuncio la creación de una comisión para analizar las actividades del organismo.
El director del banco fue reemplazado por el anterior Papa, Benedicto XVI, sólo un día antes de que éste renunciara al pontificado. Ahora, con las nuevas acusaciones sobre lavado de dinero y malversación por uno de sus empleados, el pontífice sin duda estará más dispuesto a investigar al hermético banco, que tiene 114 trabajadores y activos valorados en US$7.000 millones.
Tal como informa el corresponsal de la BBC en Roma, David Willey, Scarano estaba en la mira de la policía italiana en relación con la investigación que le valió el nombre de “Monseñor 500”. Supuestamente había tomado US$700.000 en billetes de 500 euros de una cuenta del banco del Vaticano y había entregado fajos de 10.000 euros a sus amigos para que estos le cambiaran el efectivo por cheques, que eran descritos como “donaciones para la iglesia”.
La pregunta que muchos se plantean ahora es si el Vaticano estará dispuesto a cooperar en la investigación. Tal como afirma el corresponsal de la BBC David Willey, “tradicionalmente el banco del Vaticano se ha rehusado a cooperar con las autoridades italianas que investigan delitos financieros usando como argumento la independencia soberana del Estado de la ciudad del Vaticano”.
“Pero el papa Francisco ha mostrado ahora que está determinado a llegar al fondo de las acusaciones de larga data sobre corrupción y lavado de dinero en el banco del Vaticano”, agrega el periodista.
Fuente: bbc.co.uk
AcontecerCristiano.Net
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