Los latinos evangélicos representan el segmento de mayor crecimiento entre los millones de estadounidenses que asisten a la iglesia. De acuerdo con el Foro de Religión y Vida Pública del centro de investigación Pew, más de dos tercios de los 52 millones de latinos en Estados Unidos son católicos, pero se estima que ese porcentaje podría estar más cerca de la mitad en 2030.
Entre los jóvenes, este abandono de la Iglesia católica es aún más rápido y son los índices de inmigración los que han forzado al Vaticano y a la Convención Bautista del Sur a considerar la situación.
Mientras muchas iglesias anglosajonas batallan por mantener a los miembros de sus congregaciones, otras como El Calvario en Silver Spring Maryland están en ascenso. En 18 meses, se ha duplicado la cantidad de personas que asiste a los servicios religiosos y ahora atienden a 800 creyentes que se consideran evangélicos.
La explosión de los evangélicos está ligada íntimamente con los movimientos de inmigración. Este grupo es socialmente más conservador que los hispanos en general, pero son más ágiles para pelear por causas de justicia social. Creen en los milagros, pero están mucho más dispuestos a modificar las reglas eclesiásticas para incluir a las mujeres en los deberes de la Iglesia e invitar a otos grupos étnicos en sus filas.
Los católicos en América Latina eran el 81% de la población en 1996 mientras que los protestantes eran el 4%, según el Latinobarómetro, una empresa de sondeos chilena. El artículo de Time indica que en 2010 la población protestante ya era del 13% y la católica cayó al 70%.
La Roca de la Eternidad es una iglesia de Maryland que recibe a 700 personas durante alguno de sus tres servicios semanales. En el corredor hay banderas de los países de origen de la congregación que incluyen El Salvador, Guatemala, Honduras, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, México y Colombia. Pero si hay una congregación que ha logrado pasar de un barrio inmigrante a una megaiglesia estadounidense en forma, es la Iglesia del Pacto de la Nueva Vida de Chicago. En 2000, tenía 100 miembros, todos hispanohablantes, pero actualmente más de 17,000 personas asisten a una de las cuatro sedes de la iglesia y nueve de sus 11 servicios semanales son en inglés.
Una de las razones que menciona el artículo de Time sobre por qué hay que observar de cerca al movimiento latino evangélico es por su enorme carisma. Esto significa la creencia en milagros, la curación ritual, la intervención divina y un mundo espiritual activo. La mayoría de las iglesias evangélicas son relativamente nuevas y aún están buscando su lugar en un país en donde muchos miembros de la congregación no son ciudadanos. Las iglesias suelen ser centros de salud para gente con pocos beneficios de cuidado médico, actúan como comedores para gente sin alimentos y como casa para quienes huyen de la violencia en las calles. Fuente: CNNMexico / AcontecerCristiano.Net
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