Además de ser un disco con canciones de alabanza y adoración, el mismo también tiene el propósito de animar al pueblo de Dios a creerle sin reservas y en todo momento. Nos invita a aceptar las promesas de Dios como verdad absoluta aun cuando nuestros ojos ven lo contrario en nuestras vidas y circunstancias.
Muchas veces todo parece perdido, las cosas no salen como esperamos, perdemos cosas que consideramos indispensables, cometemos errores y sufrimos las consecuencias. Pero somos hijos amados por el Rey del universo y en ocasiones tenemos que volver a recordar esa verdad. Dios no ha cambiado de pensar, más bien sus promesas siguen vigentes y su amor sigue siendo eterno por nosotros. Él es nuestro refugio, nuestra paz y nuestro gozo sin importar la situación. No siempre la vida está a nuestro favor, pero tenemos a Jesús y teniéndolo a Él lo tenemos todo.
Este proyecto fue producido por Carlos Hidalgo, productor y arreglista peruano y esposo de Elvira. El disco cuenta con 10 canciones, 8 de ellas escritas por Elvira y las otras 2 por Carlos. Ellos actualmente radican en Lima, Perú.
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