La denuncia fue interpuesta en febrero de 2011 por un comerciante de Multan, Faheem Akhtar Gull, quien acusó a la embajadora –que por entonces era parlamentaria– de haber cometido blasfemia en un programa de televisión, al criticar la ley sobre la blasfemia.
Rehman era conocida por su fuerte oposición a esta controvertida ley de la que es víctima Asia Bibi, condenada a muerte por blasfemia. La ex parlamentaria del gobernante Partido Popular de Pakistán (PPP) pidió en la revisión de la ley sobre la blasfemia en el Parlamento, pero el debate de la moción fue suspendido tras los trágicos asesinatos de gobernador de Punjab, Salman Taseer y el ministro cristiano de Minorías religiosas, Shahbaz Bhatti, ambos defensores de la libertad de Bibi.
Ahora Rehman podría ser llevada ante la Justicia y condenada en base al artículo 295c del Código Penal, que castiga con la muerte o la cadena perpetua los insultos al profeta Mahoma. La inesperada petición del Supremo reabre las viejas cicatrices de esta injusta ley, que se incorporó en el Código Penal de Pakistán durante la dictadura del General Zia-ul-Haq, en la década de los 70.
Activistas y defensores de los derechos humanos consideran «injusta» y «discriminatoria» esta ley musulmana, que en muchas ocasiones sirve de acoso contra las minorías religiosas en Pakistán. Ante la decisión del Supremo de readmitir los cargos contra Rehman, acusada de haber ofendido al Islam, muchos ven detrás de la orden judicial una motivación política. AcontecerCristiano.Net
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