ARGENTINA.- Los vecinos del Barrio Norte de Buenos Aires, han vivido más de un siglo al compás del replicar de las campanas de las torres de la iglesia jesuita del Salvador. Sin embargo, un nuevo inquilino del sector no soportó el ruido y drásticamente acabó con el 'talán talán' del campanario.
Un hombre de 30 años y padre de un bebé se molestó tanto con el sonido de las cuatro campanas, de 80 kilos cada una y que cada 15 minutos les recuerdan a los feligreses el compromiso del culto, que acudió al juzgado a poner una denuncia por ruidos molestos. "De noche no se puede descansar", dijo.
La justicia de la localidad acogió el recurso de amparo y dictaminó la medida cautelar de silenciar las campas. Ahora el denunciante y el párroco deberán acudir a una audiencia de conciliación.
Al respecto Alberto Servaggi, de 72 años y último relojero-campanero de Buenos Aires, manifestó sentirse triste por la resolución porque el sistema del Salvador era su "juguete favorito".
"En 25 años nunca hubo una queja, jamás. Al contrario, cuando estuve de vacaciones la gente se sorprendía si no andaba", explicó Servaggi, artesano que restauró el reloj de la iglesia, al diario Clarín.
Se presume que la justicia intentará conciliar a ambas partes disponiendo una limitación horaria. La solución al conflicto consistiría en que, por medio de un temporizador, las campanas repliquen durante el día, pero que se silencien a partir de las nueve de la noche. AcontecerCristiano.Net
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