En el episodio, que se remonta a la noche entre el 18 y 19 de octubre, los atacantes destruyeron el mobiliario, tiraron al suelo los libros bíblicos y litúrgicos y robaron las ofrendas. Según fuentes locales, desde el comienzo del año al menos seis iglesias de Karachi, de comunidades de diferentes confesiones, han sido atacadas, saqueadas o quemadas.
En un comunicado enviado a la Agencia Fides, Paul Bhatti, Consejero Especial del Primer Ministro para la armonía nacional, condena el incidente asegurando que “tomará todas las medidas posibles para evitar que se repitan este tipo de ataques”. “Somos conscientes de que esos actos son el resultado de un modo de pensar que trata de crear una brecha entre musulmanes y cristianos en Pakistán, pero haremos todo lo posible para luchar contra los nefastos designios de esa mentalidad”, declara Bhatti, invitando a la comunidad a luchar unidos contra la “creciente amenaza del extremismo musulmán en el país”.
La Iglesia atacada se encuentra en el popular barrio de Essa Nagri, uno de los barrios cristianos más densamente poblados, en los últimos meses al centro de numerosos ataques de los radicales islámicos, que aterrorizan a los residentes cristianos. En Essa Nagri, en los últimos meses ya había sido atacada la iglesia de los Adventistas del Séptimo Día. AcontecerCristiano.Net
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