Las fuentes, que por motivos de seguridad no desean ser citadas, afirman que “lo que más se teme son los mercenarios y otros combatientes extranjeros, algunos pertenecientes a Al Qaeda. Son éstos los que nos aterran”.
“Con los sirios, a cualquier parte que pertenezcan, el diálogo es posible, porque nos reconocemos hijos de la misma nación, pero de los mercenarios extranjeros, ¿quién nos defenderá?, tanto más que, como cristianos, hemos decidido no utilizar armas en la defensa de nuestros barrios, porque queremos ser elementos de paz”.
Días pasados los líderes cristianos recomendaron a los fieles que no acepten armas y que no tomen partido en el conflicto civil. “No queremos convertirnos en otro grupo antagonista” declararon miembros de la Iglesia, que manifestaron su profunda preocupación por la dimensión comunitaria que está tomando la guerra civil en Siria, alimentada desde el extranjero”.
A los grupos curdos que ya controlan algunas zonas de la frontera con Turquía e Irak, se oponen por lo menos dos formaciones turcomanas. “Somos sirios y queremos vivir en paz con todos los demás sirios. Queremos la paz y la concordia”, subrayaron las fuentes, que revelaron que el número de muertos es mayor del que informan los medios de comunicación y que saben de que los hospitales están llenos de cadáveres. AcontecerCristiano.Net
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