El "Código de Ética para el Pastor", ha sido elaborado por la Asociación Nacional de Evangélicos de Estados Unidos (NAE por sus siglas en inglés), que está pidiendo a los líderes de las denominaciones cumplan y animen a cumplir los principios plasmados en el documento.
Según indicó Joel C. Hunter, miembro de la junta de la NAE, y uno de los primeros pastores en firmar el código de ética, el documento es un medio importante para volver a enfatizar a quienes están en el liderazgo ministerial, la necesidad de optar por vivir la vida con integridad.
El documento no es un listado de normas específicas, sino una lista de cinco principios éticos que siempre se tienen que tener presente.
1.- El pastor debe buscar la integridad. (1 Crónicas 29:17)
Exalte a Cristo, no a si mismo. Sea honesto, procure la paz, no contencioso; paciente, dueño de sí mismo; trabajador, no perezoso. Evite los conflictos de interés y, cuando sea necesario, repórtelos y busque asesoramiento.
Interprete la Biblia con esmero y aplíquela con discernimiento: “Cuando enseñes, hazlo con integridad y seriedad, y con un mensaje sano e intachable” (Tito 2:7-8). Hable la verdad con amor. Dé el debido mérito a quien lo merezca cuando usa las palabras o ideas de otros.
2.- El pastor debe ser digno de confianza. (1 Corintios 4:2)
Dedíquese al bienestar de toda la congregación. Cumple sus promesas. Responda sensible y adecuadamente a las circunstancias y necesidades del ministerio. Guarde con cuidado las confidencias.
Sea honesto y prudente tanto con los recursos personales como los del ministerio. Rechace cualquier regalo que pudiera comprometer al ministerio. Asegúrese de que todas las ofrendas designadas se usen para su propósito estipulado: (Lucas 16:11).
3.- El pastor debe buscar la pureza. (1 Timoteo 4:12)
Mantenga la pureza sexual. Evite comportamientos pecaminosos y relaciones inapropiadas. Resista la tentación. (Efesios 5:3).
Busque con toda seriedad la ayuda del Espíritu Santo para guiarlo y ayudarlo en su crecimiento espiritual. Sea fiel en mantener un corazón devoto al Señor. Sea consistente y deliberado en la oración y el estudio. (2 Corintios 10:5).
No se aproveche de las vulnerabilidades de los demás a través de la explotación o la manipulación. Enfrente la mala conducta de otros miembros directamente o, si es necesario, a través de las personas indicadas que los supervisan.
4.- El pastor debe mantener transparencia en el uso del dinero. (1 Pedro 5:2-3)
Promueva prácticas de contabilidad aceptadas y auditorías regulares. Asegúrese de que los fondos sean usados para los propósitos asignados del ministerio.
Cumple con las normas y expectativas de la confesión religiosa, incluso los informes regulares.
5.- El pastor debe ser imparcial (Santiago 2:1-4)
Siga las normas de la iglesia y la confesión religiosa en los procesos de selección de personal. Abogue por unos sueldos y beneficios equitativos.
Predique y enseñe de una manera que responda a las necesidades de toda la congregación. Responsabilícese del bienestar de la congregación. Cuando alguien le solicite una ayuda que va más allá de su competencia personal, refiéralo a otros que tengan la experiencia requerida.
Con respecto a otros ministerios locales, procura edificar el Reino de Dios en cooperación y no en competición con ellos. Ofrezca sus ministerios cristianos al público en lo posible.
- Este Código de Ética es fruto de un trabajo de más de 18 meses de un grupo de personas en las que intervinieron expertos en ética, pastores, directores y líderes denominacionales. El Consejo de Administración de la NAE examinó el documento varias veces y lo aprobó por unanimidad. AcontecerCristiano.Net
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