Se trata de templos raros, que no sólo atraen a fieles sino también a turistas que aprecian su originalidad.
La iglesia de Stykkishólmur, situada a 60 kilómetros del Círculo Polar Ártico, es otra de las maravillas del país. Con luces que cuelgan del techo en su interior y con una arquitectura casi alienígena, este edificio construido por el arquitecto Jon Haraldsson no sólo es atractivo en sí mismo, sino también por el entorno que lo alberga: un pequeño pueblo pesquero al norte de Islandia.
Este es el caso de la iglesia de Halgrimur en Reykjavík en Islandia. Esta iglesia luterana no sólo llama la atención por su original diseño, sino también porque con sus casi 75 metros de altura, se configura como el edificio más alto del país. Con estas dimensiones no es de extrañar que tardaran en construirla 38 años.
La silueta de la Iglesia de Paraportiani, en Mykonos Grecia, completamente blanca, mezclándose en el profundo azul del mar y el cielo, en realidad no es una iglesia sino un conjunto de cinco capillas levantadas a lo largo de la historia de esta isla mediterránea.
La iglesia de Borgund, en Noruega, está construida en madera y la revista Nathional Geographic la recomienda como una de las maravillas del país. Los detalles de su interior y su ubicación entre montañas, convierte en una aventura su visita.
Otras iglesias más:
Construida por Iván el Terrible, la iglesia de San Basilio, imponente y colorida, es uno de las iglesias más curiosas del mundo y cuenta además con un asentamiento privilegiado: una de las plazas más grandes del mundo, la Plaza Roja de Moscú.
Francia y Alemania poseen algunas de las iglesias más extravagantes, debido a su ubicación. La Capilla Bruder Klaus, situada en mitad del campo de Meternich al sur de Alemania, es un muro de hormigón que fue construido por los agricultores de la zona y de acceso casi imposible; la Iglesia de Saint Michelle de Aiguilhe, se encuentra situada en la cima de una escarpada montaña.
DEL OTRO LADO DEL MAR
Cruzando el Atlántico, en países como Brasil, Estados Unidos, Argentina o Colombia, se encuentran algunas maravillas de la arquitectura religiosa. Este es el caso de la Iglesia Verde de Buenos Aires , cubierta de vegetación como si de un árbol se tratase, conocida popularmente como el "Huerto de los olivos".
En Brasil, la Catedral de Brasilia contrasta con la Río de Janeiro, que bien podría ser una pirámide de la ciudad mexicana de Teotihuacán.
Pero quizás los estadounidenses, excesivos en todo, se lleven la palma. Por ejemplo, la Capilla en el Rock, en Arizona, es literalmente eso, una capilla incrustada en una roca. La Iglesia de San Francisco de Asís en Nuevo México , es una estructura de adobe, como si de un dolmen se tratase, situada en mitad del desierto, o la Trandsetters Iglesia en Phoenix, Arizona , parece un platillo volante, venido directamente del espacio exterior.
Pero nada es comparable con una catedral subterránea construida en el interior de unas antiguas minas de sal de una montaña, a 25 kilómetros de Bogotá, Colombia.
AcontecerCristiano.Net
La iglesia de Borgund, en Noruega, está construida en madera y la revista Nathional Geographic la recomienda como una de las maravillas del país. Los detalles de su interior y su ubicación entre montañas, convierte en una aventura su visita.
Otras iglesias más:
Construida por Iván el Terrible, la iglesia de San Basilio, imponente y colorida, es uno de las iglesias más curiosas del mundo y cuenta además con un asentamiento privilegiado: una de las plazas más grandes del mundo, la Plaza Roja de Moscú.
Francia y Alemania poseen algunas de las iglesias más extravagantes, debido a su ubicación. La Capilla Bruder Klaus, situada en mitad del campo de Meternich al sur de Alemania, es un muro de hormigón que fue construido por los agricultores de la zona y de acceso casi imposible; la Iglesia de Saint Michelle de Aiguilhe, se encuentra situada en la cima de una escarpada montaña.
DEL OTRO LADO DEL MAR
Cruzando el Atlántico, en países como Brasil, Estados Unidos, Argentina o Colombia, se encuentran algunas maravillas de la arquitectura religiosa. Este es el caso de la Iglesia Verde de Buenos Aires , cubierta de vegetación como si de un árbol se tratase, conocida popularmente como el "Huerto de los olivos".
En Brasil, la Catedral de Brasilia contrasta con la Río de Janeiro, que bien podría ser una pirámide de la ciudad mexicana de Teotihuacán.
Pero quizás los estadounidenses, excesivos en todo, se lleven la palma. Por ejemplo, la Capilla en el Rock, en Arizona, es literalmente eso, una capilla incrustada en una roca. La Iglesia de San Francisco de Asís en Nuevo México , es una estructura de adobe, como si de un dolmen se tratase, situada en mitad del desierto, o la Trandsetters Iglesia en Phoenix, Arizona , parece un platillo volante, venido directamente del espacio exterior.
Pero nada es comparable con una catedral subterránea construida en el interior de unas antiguas minas de sal de una montaña, a 25 kilómetros de Bogotá, Colombia.
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