Gracias al Fondo Nacional Judío, se han plantado más de 240 millones de árboles en la Tierra Prometida - plan de acción que ha transformado al desierto en paraíso.
"Y hay una oración, que decimos...Contempla de Tu morada en los cielos y bendice esta tierra santa para que nuevamente mane leche y miel... Ahonda sus raíces y ensancha sus copas para que florezcan en tu gracia junto con todos los árboles de Israel”, dice Liran, representante del JNF.
Líderes de COICOM, contribuyen su parte en el verdear de la Tierra Santa, en el Bosque Kennedy, unos kilómetros al sur de Jerusalén.
"A sido una experiencia sumamente importante de poder venir a la Tierra Santa, a Jerusalén, a Israel, a venir a plantar un árbol. A sido un gozo, a sido para mi un honor de poder contribuir para la reforestación de la Tierra de Israel”, dijo Arnold Enns - Presidente de COICOM.
Esta labor de plantación viene exactamente un año después del gran incendio en los bosques del Monte Carmelo que dejó miles de hectáreas hecho ceniza, y causando 44 muertes.
"Esta es una tierra desértica y necesitamos reforestarla. No solamente va a ayudar el estado de Israel, sino también a los países que están alrededor para recuperar la fauna, las flores, y todo lo que era natural en esta tierra”, dice otro miembro de COICOM.
Este proceso va alcanzando hasta el desierto del Negev, al sur del país.
"En el Negev también estamos cumpliendo con la visión de David Ben Gurión, estamos plantando árboles en el Negev, que es el bosque Yatir, es muy lindo para ver en el medio del Negev, un bosque muy muy grande”, añade Liran.
"Abdias 20, la segunda parte del versículo dice que los que están dispersos de Jerusalén en la Sefarad... ¿Que es la Sefarad? Es España, y dice que los que están dispersos de la Sefarad habitarán las ciudades del Negev. Toda la América Latina está repleta de gente que son descendientes de los hispanos que fueron esforzados a convertirse en la Inquisición, o se escaparon de España tratando de huir de la Inquisición. Estamos plantando hoy árboles en Israel, porque es tan importante, uno, dos, diez, cien, mil árboles para reforestar el hogar de nuestros nietos y nuestros niños”.
El profeta Isaías nos dice: "Se alegrarán el desierto y la soledad, el yermo se alegrará y florecerá como la rosa". (Isaías 35:1). En este caso, "como el roble o el pino". CBN. AcontecerCristiano.Net
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