La razón de la acción en Beit Shemesh, de población mayoritaria ultra-ortodoxa, es la historia de Naama Margulis una niña de ocho años repatriada de EEUU, que fue insultada y amenazada por hombres adultos por “falta de decoro en su vestir”.
Desde el incidente, la chica tiene miedo salir de casa.
La acción en la que participaron judíos no religiosos y fieles del judaísmo ortodoxo, fue organizada por grupos seculares, religiosos y de defensa de derechos de la mujer.
En la manifestación algunos participantes llevaban carteles que decían “No vamos a ser un nuevo Teherán”.
Según la policía, en el acto participaron 3.000 personas, mientras que algunos medios informaron de 10.000 participantes. El caso de Naama dado a conocer por los medios fue discutido en una reunión del gabinete ministerial.
El jefe del Gobierno de Israel, Benjamin Netanyahu, ordenó al ministro del Interior trabajar “para prevenir la violencia contra las mujeres en lugares públicos.”
Antes, ultraortodoxos atacaron a la policía y a inspectores, que planeaban demoler en las calles de Beit Shemesh, punteros que separaban la acera de peatones en mitades, una masculina y otra femenina. Ria Novosti AcontecerCristiano.Net
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