Tomás fue hallado culpable de la agresión a su cuñada Juana Pérez Yat, porque la señalaba de haber llamado a la Distribuidora de Electricidad de Occidente (Deocsa) para que cortara la luz en su casa, lo que también afectó la propia.
Paulino Tipaz Bulux, concuño de Tomás, dijo que es imposible pensar que su esposa gestionara un corte de energía porque él tiene un negocio de productos refrigerados que a raíz de la suspensión del servicio se echaron a perder.
Zapeta dijo que fue penoso aplicar el castigo maya a un ministro de culto, pero había de anteponer a la víctima, por lo que azotó al sindicado con una rama de durazno.
El episodio se saldó con un acta en la que se conmina a Tomás a cesar los servicios religiosos después de las 21 horas porque el ruido molesta la comunidad.
Familiares de Tomás permanecieron al margen del conflicto y luego del castigo lo trasladaron al Hospital Nacional de Quiché para la curación de las heridas. AcontecerCristiano.Net
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