Una astrónoma descubrió que la Estrella de Belén realmente existió. En su investigación, la estudiosa utilizó símbolos antiguos de astronomía y programas informáticos modernos para descubrir hechos que rodearon al nacimiento de Jesús.
Irene Baron, ex profesora de astronomía de la escuela secundaria Worthington, tras 40 años de enseñanza, acaba de publicar un nuevo libro electrónico, para esclarecer el misterio de la Estrella de Navidad (Unraveling the Christmas Star Mystery).
Irene Baron, dijo a The Christian Post: “siempre pensé que era una estrella de Navidad y quería encontrarla”, así que Baron comenzó a estudiar los símbolos de los antiguos astrónomos.
En su libro, Baron, afirma que sus hallazgos revelan que fueron 10 grandes eventos celestiales que anunciaron el nacimiento de Jesucristo, siendo la última marca, la posición de la estrella sobre Belén.
Ella escribe, “El sexto evento importante del anuncio del nacimiento de Jesús ocurrió el 1 de septiembre de 0004, cuando un espectacular eclipse solar se produjo cerca de Marte, Venus y Saturno, mientras que el Sol se eclipsó parcialmente con un movimiento lento de Saturno. La Luna luego se movió en frente del Sol, hasta dejarlo totalmente eclipsado”.
Baron, explicó que “la Estrella de Belén era, en realidad, Saturno. Fue en el otro lado del sol durante ese tiempo y era muy brillante en el cielo nocturno. Se movió hacia la derecha en Belén durante un período de dos semanas”.
¿Cómo se descubrió todo esto?
La autora comenzó a utilizar los programas de la NASA, para investigar el amanecer del cielo en el momento del nacimiento de Cristo. Baron, se imaginó que lo podría volver en el tiempo con los programas de computadora para ver los patrones de las estrellas cómo eran como durante ese tiempo.
Baron, puso todos los cálculos en su computadora durante las búsquedas de su equipo para encontrar el amanecer en la zona horaria local de Belén gracias al uso de la latitud y la longitud correcta de esa ubicación. Los programas de computadora, nos retroceden el tiempo e imprimen mapas del cielo con la hora y el lugar, indicó.
Los datos de Irene Baron, se basaron principalmente en registros históricos, pinturas y esculturas de los templos antiguos, monedas y sellos legales.
“Ellos (los reyes magos) usaron su simbolismo para interpretar lo que sucedió en el cielo. Y cada planeta o una estrella simbolizaba a un dios. Cuando se comenzó a ver los eclipses que rodearon el nacimiento de Cristo, tomaron este símbolo al de un dios más grande y más poderoso que se acercaba a la tierra.
Debido a esto, Barón, dijo, que “los sabios tenían un previo conocimiento a través de su estudio de las estrellas que Cristo iba a nacer a causa de los diferentes sucesos en el movimiento de los planetas y las estrellas. Por lo que fueron capaces de tener el tiempo suficiente para viajar desde sus países de origen a Belén para rendir homenaje a Jesús”.
En su libro electrónico, Baron, proporciona gráficos e imágenes para explicar mejor sus resultados. Ella dice que su investigación “confirma lo que creen los cristianos, y lo valida la Biblia”.
Irene Baron, dijo a The Christian Post: “siempre pensé que era una estrella de Navidad y quería encontrarla”, así que Baron comenzó a estudiar los símbolos de los antiguos astrónomos.
En su libro, Baron, afirma que sus hallazgos revelan que fueron 10 grandes eventos celestiales que anunciaron el nacimiento de Jesucristo, siendo la última marca, la posición de la estrella sobre Belén.
Ella escribe, “El sexto evento importante del anuncio del nacimiento de Jesús ocurrió el 1 de septiembre de 0004, cuando un espectacular eclipse solar se produjo cerca de Marte, Venus y Saturno, mientras que el Sol se eclipsó parcialmente con un movimiento lento de Saturno. La Luna luego se movió en frente del Sol, hasta dejarlo totalmente eclipsado”.
Baron, explicó que “la Estrella de Belén era, en realidad, Saturno. Fue en el otro lado del sol durante ese tiempo y era muy brillante en el cielo nocturno. Se movió hacia la derecha en Belén durante un período de dos semanas”.
¿Cómo se descubrió todo esto?
La autora comenzó a utilizar los programas de la NASA, para investigar el amanecer del cielo en el momento del nacimiento de Cristo. Baron, se imaginó que lo podría volver en el tiempo con los programas de computadora para ver los patrones de las estrellas cómo eran como durante ese tiempo.
Baron, puso todos los cálculos en su computadora durante las búsquedas de su equipo para encontrar el amanecer en la zona horaria local de Belén gracias al uso de la latitud y la longitud correcta de esa ubicación. Los programas de computadora, nos retroceden el tiempo e imprimen mapas del cielo con la hora y el lugar, indicó.
Los datos de Irene Baron, se basaron principalmente en registros históricos, pinturas y esculturas de los templos antiguos, monedas y sellos legales.
“Ellos (los reyes magos) usaron su simbolismo para interpretar lo que sucedió en el cielo. Y cada planeta o una estrella simbolizaba a un dios. Cuando se comenzó a ver los eclipses que rodearon el nacimiento de Cristo, tomaron este símbolo al de un dios más grande y más poderoso que se acercaba a la tierra.
Debido a esto, Barón, dijo, que “los sabios tenían un previo conocimiento a través de su estudio de las estrellas que Cristo iba a nacer a causa de los diferentes sucesos en el movimiento de los planetas y las estrellas. Por lo que fueron capaces de tener el tiempo suficiente para viajar desde sus países de origen a Belén para rendir homenaje a Jesús”.
En su libro electrónico, Baron, proporciona gráficos e imágenes para explicar mejor sus resultados. Ella dice que su investigación “confirma lo que creen los cristianos, y lo valida la Biblia”.
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