Chile.- El presidente de la Unión de Pastores Evangélicos de Iquique, Rubén Sepúlveda, defendió –durante el Te Deum local- la efectividad de propinar azotes a los niños como medida disciplinaria.
“No sé si irá a aparecer mañana en la prensa como que estoy promoviendo el maltrato infantil, pero debo decir por experiencia propia que recibí azotes cuando niño y que no tengo ningún trauma.
Al contrario, agradezco a mi padre que usó en algunas oportunidades este maltrato”, aseveró el pastor.
Sus palabras desataron un aplauso generalizado entre la concurrencia a la ceremonia, que se realizó el 17 de septiembre en el Colegio Inglés de Iquique, ocasión en que rechazó el accionar de encapuchados y criticó al movimiento estudiantil que ha mantenido paralizadas las jornadas educacionales durante los últimos meses.
Las palabras de Sepúlveda fueron cuestionadas por el senador PS Fulvio Rossi, quien aseveró que “la intolerancia, el maltrato infantil no lo vinculo al amor. Y las religiones, yo creo, que están para fomentar el amor. Categóricamente me quedo con la UNICEF, disciplinar a los niños, se hace con educación, cariño con amor, infundiendo respeto y no con violencia”.
Después de estas polémicas declaraciones, el pastor Sepúlveda hizo la aclaración al respecto.
"Yo usé una hipérbole. Obviamente, no recibí maltrato de mi padre. Sí unas palmadas en algún lado que usted y yo sabemos... Nunca para causar daño: no quedé con ninguna secuela. Entendí la lección. Por supuesto que el maltrato infantil es repudiable. ¡Si veo que una persona golpea a un niño, yo golpearé a esa persona! Pero debemos diferenciar maltrato infantil o golpes de un castigo. No hay que dejar sin correctivo al niño: A veces hay que apagarle la televisión o cortarle Internet. El proverbio 22.6 dice: instruye al niño en su camino y aún cuando fuere viejo no se apartará de él. La instrucción incluye el correctivo.
Cuando se le preguntó por qué usó las palabras "azote" y "maltrato", respondió. "porque yo estaba hablando del proverbio el 23.13, que dice: dale un par de azotes al niño, que no se va a morir. Esos proverbios requieren interpretarse. Si tomamos literalmente las cosas, nos equivocamos.
Fuente: La Segunda Online, La Nación de Chile. AcontecerCristiano.Net
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