En España la Asociación Iberoamericana de Criopreservación ha iniciado las gestiones para crear en Madrid (si prosperan sería en El Escorial) un lugar donde construir un parque de criopreservación, es decir, un lugar que albergaría un laboratorio de biotecnología y un almacén de cadáveres -sus promotores prefieren llamarlo "albergue de pacientes"- para llevar a cabo esta técnica también llamada "criónica".
Los promotores de la iniciativa creen que el centro podría iniciar su andadura en dos o tres años y en diez albergar a cerca de 800 "pacientes". El coste sería de unos 60.000 euros, algo menos de la mitad de lo que cuesta ahora en los Estados Unidos.
La técnica, cuyos promotores denominan "criopreservación", consiste en introducir el cadáver en una cápsula de acero con nitrógeno a una temperatura muy baja hasta que los avances tecnológicos ya puedan curar la enfermedad que llevó al paciente a la muerte.
"El cuerpo descansaría en una cápsula especial patentada en España, cerrada, sin posibilidad de que haya un escape del nitrógeno líquido que va a 196 grados centígrados bajo cero y ese cuerpo se podría mantener prácticamente durante un tiempo indefinido", explica el director, portavoz y miembro fundador de la asociación, Francisco Roldán, en declaraciones a Europa Press.
Según Roldán esta técnica busca someter a una persona instantes después de su fallecimiento, pero mientras aún perdura su actividad neuronal, a un método que le permita pervivir hasta que el día en que la ciencia médica pueda recuperar la salud de esa persona y la propia muerte a la cual consideran asimismo una enfermedad.
Aunque Roldán asegura que no quieren "preservar un cuerpo para que sea revivido posteriormente", reconoce que "quizás en un futuro sea una opción".
Sea como fuere, lo que sí parece ser es que la criopreservación se podría convertir próximamente en una "opción más dentro de la muerte legal, como ya lo son la incineración, el enterramiento del cuerpo bajo tierra en un féretro o el lanzamiento de los restos humanos al mar", según el mismo Roldán.
Esta técnica está permitida por la legislación estadounidense, siempre que se aplique a pacientes legalmente fallecidos.
Según el Cryonics Institute de Michigan, asociación pionera en esta disciplina y que tiene almacenados más de un centenar de cuerpos criogenizados, señala que "sería mejor enfriar a un paciente antes de que la enfermedad provoque tanto daño físico que desemboque en la muerte, pero la legislación estadounidense lo impide en la actualidad, incluso en personas con gran sufrimiento o que padezcan una enfermedad terminal. Confiamos en que algún día sea posible, siempre bajo condiciones de estricto control y una vez que la reanimación de un paciente criopreservado pueda ser demostrada científicamente".
El proyecto promete un encendido debate en la sociedad. De hecho ya un portavoz de la comisión deontológica de la Organización Médica Colegial (OMC) ha asegurado que se estudiará en septiembre la licitud ética de esta técnica. AcontecerCristiano.Net
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