Los que creen en la fiabilidad de los Evangelios, tienden a recordar que la sociedad judía, ligada al conocimiento íntimo de la Biblia, sin duda contaba con numerosas personas capaces de escribir y tomar notas.
Algunos apóstoles podían perfectamente haber tomado notas de las enseñanzas de Jesús en tablillas de madera con capas de cera. Incluso oyentes ocasionales podían quedar impactados por algunas de sus "frases fuertes" y, al volver a casa, sentarse y ponerlas por escrito: "bienaventurados los pobres, porque de ellos será el Reino de los Cielos", por ejemplo.
A medida que la arqueología avanza en Israel, aparecen más y más indicios de una población bastante alfabetizada. En esa línea se sitúa el arqueólogo israelí Boaz Zissu, profesor en la Universidad Bar Ilan, antiguo comandante de la unidad de protección de antigüedades en Israel y especialista en graffiti, es decir, inscripciones (a veces pintadas) más o menos improvisadas en la roca.
"Si hablamos de un nivel de alfabetización básica, los graffiti nos muestran, por su mera cantidad y la amplitud de la población que representan, que esta parte del mundo en particular estaba muy alfabetizada", declara en el The Jerusalem Post del 6 de septiembre de 2011. "Las habilidades básicas de escritura las, compartía una proporción muy alta de la población". Y eso incluye la capacidad para tomar notas taquigráficas básicas para los negocios del día a día, recados sencillos... y quizá recordar las grandes palabras de un predicador galileo itinerante.
El profesor Jonathan J. Price, presidente del departamento de Clásicas de la Universidad de Tell Aviv, explica en el mismo artículo que el estudio de los graffiti antiguos hasta ahora había sido bastante desatendido, pero que pronto se formará un equipo de expertos internacionales que trabajarán en grupo, para publicar todos los graffiti que se han hallado en el periodo comprendido entre el siglo IV a.C. y el VII d.C. A saber: 13.000 textos en más de 10 idiomas.
"Los grafiti antiguos se escribían para que perdurasen. No eran bromas escatológicas, sino que a menudo eran epitafios escritos a mano con pintura en una pared, o grabado con un clavo, o mensajes para el futuro", puntualiza Price.
El artículo del Jerusalem Post está firmado desde Hirbet Burjin, un asentamiento sobre una red de túneles subterráneos usados por los rebeldes hebreos durante la Segunda Guerra Judía en el año 135 d.C. Pero por debajo de los túneles hay una tumba del siglo I, y en ella, inscrita en las paredes, se ve tres veces una palabra compuesta por las letras hebreas shin, peh y nun (Sh-P-N), que en aquella época, como hoy, significa "conejo".
"Es una familia bien conocida que la Biblia menciona en varias ocasiones, pero es la primera vez que su nombre aparece en el contexto del Segundo Templo, el siglo I", explica Boaz Zissu. "Creo que es el nombre de los dueños de la tumba. Siempre busco grafitti diminutos de estos porque nos cuentan una historia y nos llevan directo a la mente de alguien, sin historiadores ni fuentes formales. Aquí puedes leer algo escrito directamente por uno de nuestros ancestros hace dos mil años. Es como recibir un e-mail del pasado". AcontecerCristiano.Net
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