Pekín - China.- La Policía china está pidiendo dinero a cambio de su liberación a los familiares de 15 pastores evangélicos clandestinos que fueron detenidos a mediados de julio acusados de conspirar, informó hoy una organización religiosa, aunque las autoridades declinaron confirmar el caso.
La ONG China Aid Association informó en un comunicado de que 21 cristianos, procedentes de las regiones septentrionales de Mongolia Interior y Ningxia, fueron detenidos a mediados de julio y 15 de ellos permanecen en esa situación después de que los 6 restantes fueran liberados por su avanzada edad.
Contactado por Efe, el Buró de Asuntos Religiosos de China declinó hoy confirmar la detención de los pastores evangélicos y pidió enviar una solicitud de entrevista "por correo postal".
Según la organización, la detención tuvo lugar el 26 de julio, cuando decenas de efectivos policiales interrumpieron una reunión de los religiosos, procedentes de 20 congregaciones, que preparaban una concentración de verano en la ciudad de Wuhai, en Mongolia Interior.
La policía inculpó a los detenidos de "usar un culto para minar el cumplimiento de la ley", como consta en el documento escaneado, en chino y en mongol, que adjunta la ONG, con sede en EEUU, en su comunicado.
La policía tardó 15 días en notificar a los familiares la detención, y les exigió el envío de 7.800 dólares a la oficina del fiscal para que los pastores evangélicos fueran liberados, pero cuando éstos entregaron el dinero, el fiscal reenvió el caso a la policía, que pidió mayores cuantías bajo la amenaza de confinar a los detenidos a un campo de trabajo.
El fundador de la ONG, Bob Fu, un activista de Tiananmen que consiguió exiliarse y se convirtió al cristianismo, exigió a la policía que libere de inmediato y sin condiciones a los pastores.
"La iglesia no se retirará ante la persecución. De hecho, crecerá más aún a medida que pasen los días", aseguró el activista.
La noticia se produce después de que desde la primavera se hayan producido detenciones masivas de cristianos clandestinos que intentaron reunirse en lugares públicos para oficiar sus cultos, al haber sido expropiados de sus edificios por las autoridades.
China es un estado aconfesional, pero reconoce religiones como el budismo, el confucionismo, el taoísmo, el islám, el cristianismo y el catolicismo, siempre y cuando los fieles se adscriban a las congregaciones que cuentan con el permiso del Partido Comunista de China (PCCh), en el poder desde 1949.
Aquellos que no se acogen a esa limitación son perseguidos y encarcelados, como sucedió con las masivas detenciones de seguidores del movimiento budista Falun Gong a finales de la década de 1990, cuyos fieles siguen siendo perseguidos por el Partido Comunista, tras aglutinar a unos 60 millones de seguidores. EFE AcontecerCristiano.Net
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